- SOCIODINAMIA FAMILIAR.
En el capitulo
anterior, trabajamos sobre la rama dura de la Socionomía, la
“sociometría”; que pretende la medición de las relaciones en
los grupos. Ahora nos enfrentamos con un reto particular, ya que la
sociodinamia como parte comprensiva de este sistema de pensamiento,
es más subjetiva y demanda un ejercicio mucho más descriptivo.
Partiendo de los acontecimientos ocurridos en el grupo familiar, lo
que requiere del empleo de la más antigua y útil técnica de
recolección de datos: la observación.
Cuando Moreno
construyó su sistema de pensamiento, se dio cuenta de que los grupos
se encontraban en un proceso de desarrollo constante, de ahí que
para complementar sus observaciones sociométricas y dar un mayor
fundamento a sus intervenciones clínicas, delineó una serie de
principios (que él en su momento llamó leyes) que le permitían
seguir, describir y comprender el devenir de un grupo.
Desafortunadamente, no hubo mayor desarrollo de dicho trabajo, ya que
al poco tiempo de esto, dejó la sociometría y la sociodinamia, para
enfocarse de lleno en el desarrollo de la psicoterapia de grupo y el
psicodrama.
Para cubrir este
vacío teórico, recurriremos a la propuesta desarrollada por Homans
(1971), quien elabora un método que permite penetrar en la dinámica
de los grupos y es compatible con la postura socionómica.
Menciona Homans que
el abordaje de grupos familiares presenta retos particulares con
respecto del resto de los grupos; aclarando que la historia de las
familias se encuentra profundamente enraizada en el núcleo de los
sistemas culturales y que generalmente tienen cientos de años de
tradición, lo que dificulta su aprehensión. Agrega que se trata de
un grupo altamente heterogéneo, en el que sus miembros no solo
pertenecen a distintos sexos y poseen distintas estructuras de
personalidad, sino que además, hay diferencia en edades y
generaciones, lo que hace que en un momento dado coexistan distintas
perspectivas de la vida que deben ser consideradas.
Otra peculiaridad de
éstos, es que mientras en el resto de los grupos sociales, los
sujetos desempeñan ciertas tareas e interacciones que complementan
aspectos parciales de sus vidas, los grupos familiares son la base y
origen de la vida de las personas, por lo que su relevancia y carga
de significado es sumamente fuerte e importante para entender el
desarrollo de un sujeto dentro del sistema social.
Pero no todo son
dificultades, ya que al ser la familia “el” grupo de referencia
primario y poseer tanta historia tras de sí, es relativamente fácil
rastrear la carga y sentido de la red de relaciones que se entretejen
en su interior, ya que sus acontecimientos se encuentran marcados por
un guión cultural. De ahí que con fines de investigación, resulta
importante ubicar los referentes socioculturales para a partir de
ahí, trabajar con aquellas familias típicas o que presenten un
mejor nivel de ajuste a lo descrito por la cultura, que nos mostrarán
lo común de su estilo de vida, mientras que para el diagnóstico
clínico, podríamos echar mano de esta información para ubicar
cuáles son los factores “desviados” generadores de malestar.
Uno de los retos
personales a los que nos enfrenta la elaboración de este capítulo
es la diferencia de contextos para la el desarrollo de la
sociodinamia familiar, ya que tanto Moreno como Homans, realizaron
sus estudios en contextos cerrados, donde los grupos no tenían
interacción con ningún otro medio ajeno a ellos. Mientras que
nosotros tendremos que lidiar con la variabilidad e interacciones
tanto de sus miembros, como del propio grupo familiar en distintos
espacios y con distintos grupos, en donde se generan intercambios
permanentes de información que pueden influir en los patrones de
comportamiento e interacción.
A manera de
recordatorio y para delinear el horizonte sobre el que enfocaremos
los desarrollos posteriores, vamos a retomar de manera general
aquellos puntos importantes sobre los que se sustentaron los trabajos
sociodinámicos tanto de Moreno como de Homans.
En primera instancia,
debemos recordar que Moreno desarrolló sus principios sociodinámicos
a partir de los estudios sociométricos que realizó en la New
York State Training School for Girls in Hudson,
mencionando que los grupos poseen un principio sociogenético, a
partir del que aclara que las organizaciones sociales superiores
provienen de las más simples; el principio sociodinámico dice que
tanto los individuos como los grupos, que a partir de una exploración
sociométrica aparecen aislados o rechazados, es muy probable que así
se mantengan dentro de la estructura social formal, tanto más cuanto
mayor sea el número de contactos sociales. Mientras que aquellas
personas o grupos que resultan muy elegidos y populares, tenderán a
seguirlo siendo cuanto mayor sean los contactos sociales a los que se
vean expuestos.
Menciona que tanto
los grupos como las personas tenderán a moverse unos en relación
con los otros, con una intensidad directamente proporcional a las
fuerzas télicas positivas existentes entre ellos, situación que
nombró como principio de gravitación social. Por otra parte, el
principio de red interpersonal y socioemocional, dice que en todo
grupo existen corrientes relativamente estables que fluyen entre sus
miembros, y a partir de ellas se da el intercambio y comunicación de
información y contenidos psicoafectivos.
Si estos principios
los aplicamos al estudio de grupos familiares, tendríamos que
observar la forma y complejidad en que se estructuran las relaciones
entre sus miembros, ya que si dentro de uno de estos grupos
observamos la preponderancia de aislados o de estructuras
sociométricas simples como parejas o triángulos, podremos pensar
que existe un pobre desarrollo sociogenético. En cambio, si existen
estructuras de relación más complejas como cuadrados, estrellas o
cadenas de más de tres miembros, hablaríamos de una mayor
evolución. Por otro lado, si nos fijamos en las elecciones y
rechazos existentes al interior de un grupo familiar, podremos tener
claridad sobre aquellas fuerzas que pugnan por la cohesión o
disolución del grupo, o la dirección y movimiento que se da entre
sus partes, por ejemplo; si en un grupo familiar extenso con tres
subgrupos nucleares A, B y C, observamos que entre los subgrupos A y
C existe un mayor número de elecciones positivas y que además éstas
se dan en los primeros lugares, podremos asumir que estos dos
subgrupos, tenderán a interactuar con mucha más frecuencia que con
el subgrupo B, lo que les permitirá la realización de muchas más
actividades e intercambio de afectos positivos, lo que generará
mucha mayor cohesión e identidad entre éstos como miembros del
grupo familiar extenso. Sería posible que a partir de lo anterior,
el subgrupo familiar B emita y reciba una mayor cantidad de rechazos,
lo que resultaría en un detrimento de las actividades e
interacciones compartidas con el resto de los subgrupos, generando
muy probablemente sentimientos negativos o desagradables cuando éste
se encuentre con alguno de los otros o en situaciones con todo el
grupo extenso. A partir de estos indicadores, sería posible observar
las redes de comunicación socioafectiva presentes al interior del
grupo familiar extenso, entre sus distintos subgrupos nucleares y al
interior de ellos.
Por su parte, Homans
con su método interaccionista, nos permite afinar la mirada sobre
los distintos elementos de la conducta humana (actividad, interacción
y sentimiento) a partir de los cuales es posible penetrar y
profundizar en el sentido y significado que presentan las estructuras
sociométricas, especialmente en las maneras de organización de los
grupos para sobrevivir en su ambiente (sistema externo) o en su mundo
íntimo y psicoafectivo (sistema interno).
Propone Homans que
para poder penetrar en este vasto mundo de significados, habría que
iniciar la observación con el espíritu inocente de un niño,
registrando y describiendo solo lo que ocurre y acontece en el grupo,
para a partir de ahí, poder identificar aquellos comportamientos que
son regulares y podrían clasificarse como costumbres y aquellos que
son esporádicos y tienen relación con alguna modificación en el
ambiente, o en las relaciones entre los miembros. A partir de ahí
habría que identificar las actividades, interacciones y
sentimientos, enfocando la manera en como estos elementos se
articulan tanto en el sistema externo como en el interno; teniendo en
cuenta siempre las condiciones del ambiente y contexto en que se
encuentra inmerso el grupo.
Con referencia a los
grupos familiares, debemos en primera instancia, ocuparnos del
ambiente en el que se encuentra cada familia. Esto abarca el número
y características de sus miembros en cuanto a edad, sexo, educación
y ocupación; también las de espacio de habitación y cohabitación,
es decir si viven en una casa, choza, departamento, si todo el grupo
extenso familiar habita en un solo inmueble, si comparten un mismo
terreno con distintas unidades habitacionales, si viven en una misma
calle o colonia o si se encuentran repartidos en un mismo estado, en
distintos o incluso en otros países.
También hay que
tomar en cuenta los discursos socioculturales que coexisten dentro de
un mismo grupo familiar, ya que estos determinarán los sistemas de
normas que sentarán la base para el desempeño y regulación de la
conducta de las personas y los subgrupos nucleares.
Lo siguiente que hay
que considerar es el sistema
externo,
teniendo en cuenta que nos enfocaremos a considerar los elementos
anteriores, en torno a la pregunta de; cómo sobrevive el grupo en su
ambiente. Para ello, tenemos que ocuparnos en primera instancia, de
la dependencia mutua entre los sentimientos y actividades, además de
aquella entre las actividades e interacciones.
Para abordar la
primera dependencia, hay que tener en cuenta como lo señala Homans,
los sentimientos dentro del sistema externo en los grupos y que todos
los miembros aportan como provenientes de otros grupos, o una
sociedad más amplia; es decir, el deseo de movilidad social, de
incrementar el estatus o poder adquisitivo, entre otros.
En el caso de los
grupos familiares, habría que considerar en primer lugar, las
motivaciones de los individuos para casarse, cohabitar y procrear,
además de aquellos que dicta la cultura acerca de lo que es un
hombre, una mujer, un esposo, una pareja, una esposa, un padre, una
madre, un hijo, un hermano, un suegro, un abuelo, un tío, los
primos(as), etc.
Para enfocarnos en la
segunda (actividades e interacciones), hay que tener en cuenta los
elementos y las formas con que los miembros del grupo familiar
cooperan, ya sea para la reproducción, crianza, nutrición,
educación o manutención; cómo es que se da la distribución del
trabajo y sobre qué estructura jerárquica. De ahí que se considere
que la índole de la división y las necesidades de trabajo humano
por parte de las diferentes especialidades, determinan la forma y
frecuencia de las interacciones. Por ende, hay que tener en cuenta lo
que hace el grupo como un todo, o dentro de alguno de los subgrupos.
Hay que considerar la manera en cómo se coordinan las actividades a
partir de las interacciones entre los líderes. Uno de los ejes
principales en este nivel es el de las actividades económicas de la
familia.
A partir de lo
anterior, podremos adentrarnos en lo que Homans llamó el sistema
interno.
Para lograr esto, hay que tener en cuenta los mismos elementos antes
mencionados, pero en un orden distinto; es decir, interacción,
sentimiento y actividad.
Cuando lleguemos a este punto, es importante tener presente que estos
elementos se elaboran de una forma particular, que generan una
realimentación del sistema externo y reaccionan sobre éste, lo que
permite el desarrollo y evolución del sistema social del grupo
familiar; es decir que generalmente los hijos heredan ciertos
elementos históricos, culturales, sociales, educativos, económicos,
entre otros; de sus padres, pero a partir de la constante interacción
de estos con el sistema social más amplio, se ven de y
re-construidos para ser desarrollados y adaptados a las nuevas
realidades sociales a las que estos se enfrentarán, por lo que es
posible que se mantenga el permanente movimiento de la sociedad y por
ende, de los grupos familiares que pertenecen a ellos.
A diferencia del
sistema externo, para el interno hay que considerar las dependencias
mutuas entre interacción-sentimiento, sentimiento-actividad y
actividad-interacción. Pero no solo del grupo familiar en su
conjunto, sino las que se dan en y entre los distintos subgrupos, de
ahí que hay que tener en cuenta las formas que toman estas
dependencias entre esposos, hermanos-primos, padre-hijos,
abuelos-nietos, suegros-yernos, para a partir de ahí poder
comprender la estructura y dinámica psicoafectiva al interior del
grupo, lo que tomado en conjunto con el ambiente y el sistema
externo, nos permitirá tener una amplia y profunda mirada del
desarrollo de los grupos familiares.
- Primer Caso: “Estar Juntos” y “Estar aparte” en San José Aztatla1
Para el presente
apartado, presentaremos el caso de una familia que habita en un
contexto semi-rural, en una comunidad taxcalqueña, esto con el
objetivo de alejarnos de nuestra cotidianeidad, para poder mirar con
mayor amplitud aquellos detalles de la sociodinamia de estos grupos
familiares, para posteriormente intentar replicar este ejercicio con
una familia de nuestro contexto.
En la medida de lo
posible, intentaremos incluir elementos sociométricos, ya que el
sistema de pensamiento socionómico es integral y como hemos
mencionado en este trabajo y otros, nos parece un grave error
fragmentarlo, aunque en ocasiones evitarlo no sea posible por las
características y objetivos de los estudios.
- La vida cotidiana y las celebraciones.
En este apartado
presentaremos una síntesis del ciclo de la vida y los ritos sociales
de los habitantes de Aztatla, ya que esto constituye uno de los
factores principales en su sentido de la vida y del cosmos, ya que
toda actividad se realiza en función de otros, por lo que cada cosa
que se hace, activa una importante red de relaciones que se van
actualizando y renovando a partir de cada uno de los compromisos que
se establecen.
El ciclo de vida de
las personas se encuentra enlazado con el del resto de los que
pertenecen al grupo familiar, así como el de las familias se enlazan
al de otras y toda la comunidad, de ahí por ejemplo que se mencione
que los niños “no nomás están”, sino que “son crecidos”
tanto por sus padres, familiares y el resto de la comunidad. Pero
“ser crecido” no es gratuito, ya que los padres esperan que los
hijos “los vean” cuando sean viejos. Éstos son alimentados y
vestidos aunque por un corto tiempo, ya que en un breve lapso deben
comenzar a ayudar a sus padres en sus actividades.
Las fiestas son un
elemento central en la vida del pueblo, por lo que hay una cantidad
importante de festividades, en las que deben estar presentes “los
padrinos”.
Cuando se establece una relación de padrinato, ésta trasciende la
que se establece entre este y el ahijado, más bien se da entre
familias que se hacen “compadres” para toda la vida, de ahí que
ambas familias mantendrán relaciones estrechas. La elección del
padrino obedece más a factores télicos y de afinidad que
económicos.
El hecho de ser
elegido como padrino es un gran honor para la gente de Aztatla, y
negarse solo es posible si ya se tiene un compromiso previo, ya que
de lo contrario se estaría “despreciando” a la familia,
situación que no solo generaría tensión entre los que lo
invitaron, sino que entre el resto del pueblo, por lo que se les
dejaría de invitar con el consecuente deterioro de sus relaciones
sociales.
Uno de los momentos
más importantes en la vida de los aztatleños es el bautizo, en
donde los padrinos son muy importantes, ya que este compromiso les
obliga a ver por el niño como si fuera su propio hijo y se les debe
mucho respeto.
En la actualidad, los
hijos jóvenes tienen mucha libertad para salir con amigos y tener
novio, los noviazgos pueden durar entre uno y tres o cuatro años,
hasta que la pareja de casa o “se juntan”, hecho que es muy
común, generalmente con el “rapto de la novia”, siendo esto más
un acto espontáneo decidido por la pareja, donde el novio le
pregunta a ella si se quiere quedar a vivir con él, y si la novia
acepta, se escapan, no regresando ella a su casa. A la mañana
siguiente tanto el novio, sus padres o un representante van a casa de
la novia a avisar, llevando regalos de pan y fruta. Normalmente, los
padres de ella se muestran molestos pero lo aceptan, ya que eso en
principio les quita del compromiso de hacer la boda, misma que puede
realizarse uno o varios años después del rapto.
A partir de que un
hombre se junta, es “jefe de familia” y “tiene
responsabilidad”, por lo que debe colaborar con sus cuotas
comunitarias y hacer cargos tanto civiles como religiosos.
Cuando se va a
realizar una celebración y se invita a las velaciones (“pedir
padrinos”) se entiende implícitamente que se les está invitando a
cooperar en los arreglos de la fiesta. Las bodas son unas de las
fiestas más grandes que se realizan en el pueblo, ya que dicha
celebración dura dos días, uno en casa de la novia y otra en la del
novio. Los padrinos más importantes son los de velación, ya que son
como los segundos padres de los novios, siendo éstos los
responsables de guiarlos y acompañarlos mientras sigan vivos en su
vida matrimonial.
La residencia de los
recién casados generalmente es virilocal,
salvo que la mujer no tenga hermanos varones que vean por sus padres,
situación que resulta incómoda para el marido. Los matrimonios
comienzan siempre dentro de un grupo extenso. Después de algunos
años, la pareja ya con hijos, establece una residencia neolocal,
en un terreno que en la mayoría de los casos es heredado por el
padre y que no se aleja mucho de la casa de éste, exceptuando al más
chico -el xocoyote-
quien se queda a cuidar a los padres en su vejez y hereda la casa de
éstos.
- La Familia.
En este apartado,
presentaremos de manera general la concepción que tienen de familia
los aztatleños, en la que para ellos tiene significados muy amplios,
ya que como menciona Ragher, no siempre se refiere a personas con
vínculos de parentesco sanguíneos o políticos, siendo que más
bien se emplea según el contexto, por lo que puede referirse a la
familia nuclear, extensa, los que cohabitan un mismo inmueble o que
viven separados. Las distinciones que se hacen entre su familia y sus
familiares, va más en función de la cercanía afectiva que se tiene
y no en los vínculos sanguíneos. De ahí que la actividades e
interacciones no se realizan en función del parentesco, sino entre
los que se consideran “familia”.
La herencia
normalmente la reparten los padres en vida, siendo la parte más
importante de esta la tierra, tanto en el pueblo como en el monte. El
momento de la herencia varía entre una familia y otra, y pareciera
que depende de los arreglos que se tengan, ya que algunos padres dan
el terreno a sus hijos cuando se casan para que cultiven su propio
maíz, mientras que otros padres e hijos “cultivan juntos”, o los
padres cultivan mientras que los hijos dan dinero de sus salarios en
las fábricas y talleres.
Un elemento muy
importante dentro de la dinámica familiar de los aztatleños, se
refiere a la “ayuda” y el hacer “favores”, ya que estos dos
elementos regulan y ordenan las actividades e interacciones tanto al
interior de los grupos familiares como de las redes sociales. La
realización de los favores es una expresión del afecto positivo que
se tienen las personas, es decir que cuando alguien quiere a otro, lo
ayuda y le hace favores.
Así, los hijos
“ayudan” a sus padres con dinero para la siembra y cosecha del
maíz, los padres “ayudan” a sus hijos a hacer su casa, los
miembros del grupo familiar se “entreayudan” a hacer los cargos y
cooperan entre todos para los gastos cotidianos, van a hacer
“favores” a parientes por los que tiene afecto en el arreglo de
su casa para alguna celebración o un cargo de la iglesia. Este
elemento es muy importante para nosotros, ya que será a partir de él
como tendremos una base para analizar la sociodinamia del grupo
familiar en este apartado, debido a que los dos conceptos implican
que se realiza una actividad que forzosamente implica interacciones y
llevan afecto implícitamente.
Un elemento que vale
la pena resaltar es el que se refiere a la bidireccionalidad de la
ayuda y las acciones, especialmente al interior del grupo familiar,
ya que toda acción de “ayuda” implica que el otro emitirá una
similar, es decir “…me
dan algo de dinero y yo les doy de comer.”
(Informante de Gaher), de ahí que como menciona la autora, los hijos
deben trabajar para ganarse la ayuda de los padres y viceversa. De
igual manera, se da en los “favores” que se hacen entre
parientes, compadres y amigos, ya que si alguien va a ayudar con las
implicaciones de aportar actividades, dinero y animales o comida,
está garantizando que cuando tenga sus propias fiestas éste
recibirá si no lo mismo, algo similar, o como lo menciona Strathern
(1988, en Ragher 2005), viven implicados en una economía de “dones”.
Por otro lado, nos
parece importante destacar la concepción de “Ser Humano” que
tienen los aztalteños, ya que se perciben como “seres
incompletos”, que son intrínsecamente sociales y que para poder
completarse dependen de la “ayuda” de los otros, de ahí que esta
sea un concepto además de práctico, también moral. Es por eso que
se considera que alguien “está
abriendo los ojos”
o “se
da cuenta”
cuando toma consciencia de la implícita necesidad que tiene de los
otros para poder sobrevivir e irse completando.
En Aztatla, a
diferencia de un contexto urbano occidental, las personas no se
definen ni se identifican como individuos y sus cualidades, sino por
los roles que desempeñan, de ahí que solo es considerado un
“hombre” aquel que es “jefe de familia” y tiene
responsabilidad; así que una persona es “hijo/hija”,
“esposo/esposa”, “padre/madre”, “compadre/comadre”, entre
otros. Es decir que se definen por los roles que desempeñan tanto en
el orden de la dinámica del grupo familiar como de la comunidad, de
ahí que un hombre o mujer que no se ha casado sin importar su edad,
no deja de ser hijo/a, y no puede ser responsable ni es reconocido
como adulto en el pueblo, de ahí que Ragher mencione que encontró
“jefes de familia” de 17 años, mientras que había “hijos”
de 50.
Finalmente “estar
juntos” y “estar aparte” son conceptos que se definen a partir
de las actividades e interacciones que realizan los miembros de las
familias en conjunto o por separado, de ahí que “estar juntos”
signifique cooperar y compartir (actividades, interacciones y
afecto), mientras que “estar aparte” implica fundamentalmente que
cada quién hace lo suyo aunque cohabiten el mismo inmueble. Estas
dos categorías no son excluyentes, ya que como menciona la autora,
“estar juntos” contiene implícitamente que se van a “apartar”,
y viceversa, de ahí que estos arreglos obedezcan principalmente a
una lógica un tanto pragmática y télica2.
Es por eso que cuando padres e hijos “se apartan”, dejan de comer
juntos, no comparten el maíz, cada esposa (suegra y nuera) tiene sus
propios utensilios de cocina; aunque también puede haber padres e
hijos que no cohabitan que “están juntos” en la siembra del
maíz, y comparten los recursos para la siembra y los gastos
cotidianos.
- La familia G
Este grupo familiar
muestra con mucha claridad lo que significa “estar juntos”, ya
que tanto los hijos solteros como el casado y los padres “trabajan
juntos” lo que les ha permitido desarrollar una infraestructura y
poder optimizar de manera notoria los recursos económicos sin ser
una familia que se dedique a los textiles.
La figura 1 muestra
el genograma de la familia, en el que se puede observar que el
matrimonio tuvo 7 hijos habiendo fallecido 3, la hija1, el hijo2 y la
hija3. La segunda hija que es la mayor viva, está casada y vive
“aparte” con su esposo y sus dos hijos (nieto1 y nieto2),
mientras que cohabitan el esposo, la esposa, el hijo1 con su esposa
(nuera), el hijo3 y el hijo43.
La esposa quien es la informante, menciona que ella, su esposo y sus
hijos “están juntos”.
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Figura
1. Genograma de la familia G
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- Ambiente y contexto particular de la Familia G:
La familia vive en
una casa amplia de dos niveles, al momento del estudio, el segundo
nivel se encontraba todavía en construcción. “…En
el primer nivel hay tres cuartos grandes: un cuarto es el dormitorio
del [HIJO1]
casado y la [NUERA],
un cuarto el dormitorio de los dos hijos solteros [(HIJO3
e HIJO4)]
y otro cuarto de unos 10 metros de largo es la sala. Formando parte
de la misma construcción, detrás de la sala, se encuentra el baño
con regadera de agua caliente. El cuarto que ahora es la sala, tiene
unos 15 años, los otros dos cuartos los construyeron hace 4 años.
El segundo nivel, de seis cuartos, todavía estaba en construcción a
finales del 2002. El techo y las paredes ya estaban levantados, pero
faltaban las ventanas, puertas y las terminaciones. Aparte hay una
construcción, la más antigua, donde se encuentra la cocina junto
con un cuarto, donde duermen [ESPOSA]
y su [ESPOSO].
En la cocina hay una estufa y una mesa con sillas, donde comen. En el
patio detrás de la casa, [ESPOSA]
tiene su cocina de humo, de zacate y techo de lámina” (Ragher
2005).
ESPOSA nunca aprendió
a tejer, aunque desde que tenía 15 años (1964) comenzó a trabajar
realizando distintas actividades con relación a la producción
textil, principalmente realizando canillas y recibiendo 10 centavos
por kilo de hilo. Posteriormente consiguió un trabajo similar en el
pueblo, mismo que podía realizar en su casa, lo que le era muy
conveniente ya que podía ayudar a su mamá e ir sacando el trabajo.
A los 25 años (1974)
se casó, y “juntos” eran contratados en la siembra y cosecha de
maíz y trigo, recibiendo una parte proporcional de las ganancias de
la cosecha. También “leñaban” en principio ellos dos, y
posteriormente cuando sus hijos estaban pequeños, la acompañaban al
monte y la ayudaban. Hace 15 años (1987) dejaron de “leñar”
mientras que el “ESPOSO” aprendió albañilería y comenzó a
dedicarse a su oficio, siguiendo trabajando contratados en el campo
para otros cuando no había obra.
En 1993, compraron 3
telares y comenzaron a trabajarlos, ESPOSA compraba los materiales,
hacía las canillas y entregaba al intermediario, mientras que los
hijos tejían y esporádicamente el esposo. Dejaron de hacerlo hace 4
años (1998) porque el intermediario no les pagaba toda la producción
a tiempo, y no tenían dinero para la compra de material.
En 2001, la ESPOSA y
la NUERA empuntaban cobijas para un taller, recibiendo ayuda de la
HIJA2 quien trabajaba en su casa y en ocasiones del HIJO4, dejándolo
a finales del 2002 por recomendación del HIJO1 con la justificación
de que ya no lo necesitaban.
La ESPOSA y la NUERA
están “siempre juntas”, realizan los quehaceres, las compras y
cocinan, platican y se ríen mucho. La ESPOSA y el ESPOSO cultivan el
maíz y las hortalizas tanto en el terreno que tienen en su casa como
en el “monte”, recibiendo ayuda ocasional de los HIJOS.
Generalmente, cosechan mucho más de lo que consumen, anteriormente
lo vendían, pero al momento del estudio y dados los bajos precios
que les pagaban por el maíz, preferían invertirlo en la cría de
marranos.
El ESPOSO trabaja
como albañil en distintos pueblos a la redonda, el HIJO1 trabaja
como obrero en una fábrica, el HIJO3, en otra, el HIJO4 estaba
comenzando a trabajar como ayudante en un taller textil, mientras que
antes ayudaba al ESPOSO en la albañilería.
Aunque “están
juntos” para la vida, cada quien administra su dinero aportando lo
que se requiere para los gastos de alimentación. En el 2003, el
HIJO1 y la NUERA se casaron (aunque ya vivían juntos desde antes),
habiendo realizado una “boda
grande”
con más de 500 asistentes. Para la realización de ésta, “todos”
estuvieron juntos, cada quién cooperó con algo, incluso el xocoyote
compró los vasos, cubiertos, servilletas y el arroz.
Después de la boda,
el HIJO 1 dice que no se va “a
apartar”,
que se va a quedar a “ayudar”
a casar al resto de los HIJOS como le ayudaron a él. Ya que solo
será posible que ellos también tengan bodas grandes si se “ayudan
juntos”;
y si se aparta, “nos
va a dar pena pedirle ayuda” (ESPOSA).
Un elemento muy
importante es que mientras estaban los preparativos de la boda
(2002), también estaban terminando la construcción del segundo
nivel de su casa, a lo que la ESPOSA decía “…¿Dónde
es que hay boda y todavía construyen? No, otros trabajan [solo]
para la boda."
Los HIJOS mayores (1 y 3) compraban materiales para la construcción,
mientras que el ESPOSO les “ayuda”
con la construcción, trabajando él y en ocasiones contratando
albañiles, a lo que ella refiere “…Aquí,
así nosotros trabajamos juntos, no de que no, cada quién su cuarto”
(ESPOSA).
La figura 2 muestra
el sociograma realizado con base en el criterio de “ayuda” que se
dan los miembros de la familia, los datos se extrajeron con base en
los informes de la ESPOSA. Los círculos azules representan a los
hombres, mientras que los rojos a las mujeres. Las líneas
representan la ayuda brindada, el grosor la cantidad de ayuda y el
color la frecuencia de la ayuda, lo que significa que a más gruesa
la línea, mayor ayuda se brindan, y a más oscura, con mayor
frecuencia.
Podemos observar que
es la “ESPOSA” la que mayor ayuda recibe, ésta es más intensa y
más frecuente de la “NUERA”, siendo mutua, ya que como menciona
Ragher, hacen “todo” juntas, refiriéndose a los quehaceres,
compras y cocinar. Por otro lado, observamos que otra línea gruesa y
oscura es la que se da entre “ESPOSO” y “ESPOSA” y que aunque
es más delgada que la anterior, es sumamente fuerte, debido a que él
entrega su dinero, ella se encarga de los quehaceres y necesidades de
ropa, alimenticias, etc. además de que siembran juntos, tanto en el
terreno del “monte” como de la casa. De igual manera, la ayuda
entre los “HIJOS 1 y 3” a la “ESPOSA”, ya que ellos entregan
parte de su sueldo para el gasto, y ella prepara los alimentos, por
lo que aunque la ayuda se percibe equitativa, la frecuencia de ésta
es menor. De igual manera, entre el “ESPOSO” y los anteriores, ya
que ellos entregan dinero para la siembra del maíz, compran
materiales o pagan detalles en la ampliación de la casa, mientras
que él realiza la siembra, y pone la mano de obra.
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Figura
2: Sociograma de “ayuda” de la familia G
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En el caso del
“HIJO4”, éste “apenas está abriendo los ojos”, ya que está
comenzando a trabajar y “apenas está comenzando a ayudar”, así
que recibe más ayuda de la que puede dar, especialmente por parte de
la madre, quien todavía ve por sus necesidades, y “ayudó” al
“HIJO1” con platos y vasos para la boda. Finalmente observamos
que la “HIJA2” y el “YERNO” “están aparte” por lo que ni
ofrecen ni reciben ninguna ayuda.
A partir de los datos
anteriores, podemos observar tanto la estructura de parentesco como
la sociométrica en función de la “ayuda”. Ahora, procederemos a
realizar el análisis socionómico con base en los principios antes
mencionados.
Retomando lo
propuesto Moreno, observamos que la familia G tiene un adecuado
desarrollo sociogenético para su contexto, ya que podemos observar
en la figura 2 que los miembros del grupo familiar, especialmente los
que cohabitan se encuentran unidos en estructuras triangulares, que a
pesar de considerarse como estructuras sociométricas relativamente
simples,4
en ellas se encuentran unidos “todos” los miembros del grupo5,
la estructura de relaciones de “ayuda” se encuentra en función
de la “ESPOSA” quien representa la estrella al ser ella el centro
de todos los triángulos; lo anterior le da al grupo un importante
nivel de cohesión. Podemos observar que al interior de éste hay dos
parejas muy sólidas; “ESPOSA”-“ESPOSO” y “ESPOSA-“NUERA”,
y cuatro triángulos; “ESPOSA”-“NUERA”-“HIJO1”,
“ESPOSA”-“HIJO1”-“ESPOSO”, “ESPOSA”-“HIJO3”-“ESPOSO”,
“ESPOSA”-“HIJO4”-“HIJO1”, que se encuentran conectados a
partir de la “ESPOSA” que forma parte de todos.
Es un grupo con un
alto nivel de desarrollo sociodinámico, ya que se encuentra
altamente conectado con las redes de relación en el pueblo, y en
general mantienen relaciones positivas, ya que la celebración del
matrimonio del “HIJO1” fue una “boda grande”, del novio había
17 padrinos más los de velación; más los de la novia, y sin contar
a los familiares de la “ESPOSA” (ya que ellos acudieron a
“ayudar”) siendo que acudieron más de 500 personas, lo que
equivaldría a cerca de la mitad de la población de Aztatla al
momento del estudio.
Para el análisis de
este grupo familiar desde una perspectiva interaccionista, tendremos
que enfocarnos en la manera en que tas actividades, interacciones y
sentimientos se organizan y articulan para conformar tanto el sistema
externo como el interno.
5.1.5
El sistema externo:
5.1.5.1
Dependencia mutua de sentimiento y actividades
Recordemos que para
la focalización del sistema externo, debemos responder a la pregunta
¿cómo sobrevivirá el grupo en su ambiente? teniendo muy claro que
para que esto se dé, es necesario que existan motivos para la
cooperación, un conjunto de actividades a realizar y un esquema de
interacción entre los miembros (Homans 1971). Menciona Homans que
para la conformación de grupos familiares, es posible que existan
dos motivaciones básicas: el deseo sexual y la necesidad de cuidar a
las crías. Pero también tenemos las necesidades de alimentación.
Hemos observado que
dentro del contexto de San José Aztatla, se considera que las
personas son intrínsecamente seres sociales que no pueden estar
completos sin la “ayuda” de los otros, y que el “estar juntos”
o “estar aparte” son elementos que determinan de forma sustancial
la organización de los grupos familiares.
En el caso de la
familia G, y con base en la contextualización que hemos realizado
anteriormente, podemos observar en primera instancia que la pareja de
“ESPOSOS” seguramente se formó por la certeza de la incompletud,
a partir de una adecuada percepción télica entre ambos más allá
del deseo sexual; esto en función de la eficacia que han logrado en
el uso y generación de recursos “estando juntos”. Son una
familia que se formó básicamente sin ningún elemento estructural,
y que a partir de la cooperación (“ayuda”) entre sus miembros,
han podido consolidarse, tanto a nivel material como social.
Ellos se tienen mucho
cariño y lo demuestran “ayudándose” mutuamente, así los
hombres trabajan (actividades) y demuestran que quieren a los
miembros de la familia “ayudándola” (aportando los recursos que
se requieren para la alimentación, adquisición de bienes materiales
y para la ampliación de su casa); mientras que las mujeres “ayudan”
(demuestran su cariño) al preparar los alimentos, invertir los
recursos de la siembra para generar más recursos al criar marranos,
realizando los quehaceres de limpieza de la habitación y la
indumentaria de los miembros de la familia.
Esto es que los
miembros de la familia realizan actividades que les permiten
sobrevivir (ya sea trabajo asalariado como obreros o en labores de
manutención de la casa y alimentación) pero que van cargadas de
afecto positivo al brindar una parte importante a los otros miembros
del grupo.
5.1.5.2
Dependencia mutua entre actividad e interacción:
En este punto debemos
fijarnos en la forma y organización de las actividades, así como la
manera en que éstas generan las interacciones entre los miembros del
grupo. Según el análisis sociométrico y como ya se mencionó,
podemos observar que quien se encuentra en el centro de la
organización de la familia es la “ESPOSA”, ya que ella forma
parte de todas las estructuras, y es quien coordina de manera
importante las interacciones; ya que el “ESPOSO” le entrega a
ella el dinero producto de su trabajo, a los “HIJOS” les indica
la cantidad que deben aportar para el gasto cotidiano. Aunque
mantiene una muy cercana relación con la “NUERA”, “ESPOSA”
coordina las actividades domésticas que se van a realizar y en qué
orden.
Cabe mencionar que
desde nuestra perspectiva, un elemento muy importante para el
funcionamiento dinámico de este grupo familiar es la mutua telé
positiva entre las dos mujeres que forman parte de éste, ya que
aunque Gaher menciona que la “NUERA” no asume una postura sumisa
como la de otras que observó en el pueblo, más bien me parece que
dada la afinidad entre ellas, la “ESPOSA” ha asumido un rol de
“MADRE-MAESTRA” y la “NUERA” uno de “HIJA-APRENDIZ”,
especialmente porque como ellos pretenden “estar juntos” muchos
años y quienes van a heredar la casa paterna son los hijos mayores,
por lo que al xocoyote
contrariamente a la tradición, lo van a “ayudar” haciéndole su
casa, pareciera que la “ESPOSA” entrena a la “NUERA” para que
sea su sucesora, de ahí que “todas” (Gaher 2005) las actividades
las realicen juntas por lo que las interacciones son altamente
frecuentes.
Por otro lado, el
“ESPOSO” interactúa de manera significativa con la “ESPOSA”
al trabajar “juntos” en las labores agrícolas tanto en el
“monte” como en la huerta de la casa. Así mismo, él (por el
cariño que le tiene) entrega el producto (dinero) de su trabajo como
albañil.
Los “HIJOS”
“entregan” a la madre dinero para el gasto cotidiano, “compran”
enseres para la casa, “ayudan” con lo necesario para la
ampliación de ésta y en ocasiones, con las labores agrícolas
especialmente con la cosecha del maíz en el “monte”.
Es así como podemos
observar una clara división del trabajo, en la que los hombres
generan los recursos necesarios para que las mujeres (principalmente
la “ESPOSA”) los administren, mientras que ellas son las
responsables de satisfacer las necesidades básicas de estos
(alimentación, vestido, sexo, etc.), girando todas estas en torno a
la coordinación de la “ESPOSA”.
Si realizamos el
análisis de la estructura de autoridad, observamos que quien la
centraliza es la “ESPOSA”, su lugarteniente es la “NUERA” y
en un nivel jerárquico similar a aquellas está el “ESPOSO”
quien debe tener un importante control en la conducta de los “HIJOS”
1 y 4 que son los que “ya abrieron los ojos”6,
ya que el “HIJO4” se encuentra todavía como receptor casi
exclusivo de “ayuda” por lo que se encuentra muy cercano a su
madre.
- El sistema interno:
Recordemos
que para el análisis del sistema interno, debemos considerar los
tres elementos de la conducta mencionados anteriormente, tal y como
se elaboran con base en las relaciones del sistema externo,
reaccionando luego sobre éste.
De
manera general, podemos observar que en San José Aztatla, existen
varios conceptos que contribuyen para la elaboración y
re-elaboración de las relaciones interpersonales; los “favores”,
los “padrinos” y “estar juntos” o “aparte”.
Anteriormente hemos
observado que el pueblo ha pasado de la “economía del monte”, a
una “artesanal” y se encuentra en transición a una “industrial”,
pero han mantenido de forma eficiente una dinámica tradicional
heredada de los usos y costumbres de sus ancestros, en la que a pesar
de los cambios en la economía, mantienen y actualizan sus sistemas
de relaciones interpersonales y de responsabilidad con la comunidad y
con aquellas personas y familias por las que se tiene aprecio; misma
que obliga a una dinámica similar al interior de los grupos
familiares.
5.1.6.1
Dependencia mutua entre interacción y sentimiento:
Homans
mencionó que uno de los elementos fundamentales para observar el
sistema interno en los grupos, es el que se refiere a aquellas
interacciones que se dan entre los miembros y que exceden los
requerimientos del sistema externo para la supervivencia.
Aunque
no tenemos evidencia directa sobre el hecho, podemos inferir con base
en lo escrito por Ragher, Homans, Firth, Malinowski, Esteinou y
otros; sobre los grupos familiares que se estructuran con base en una
dinámica agrícola en la que gran parte de la economía se
fundamenta en el trabajo conjunto del grupo en una acción directa
sobre el ambiente; que las relaciones entre los hermanos son libres
donde ninguno de los hermanos ejerce algún tipo de autoridad sobre
los otros, con algún nivel de excepción del hermano mayor que es
quien heredará el estatus y poder del padre; pero mientras dicho
momento no esté cercano, éste se mantiene como un igual con el
resto.
En
el caso de la familia G, aunque la madre es quien centraliza las
interacciones y quien organiza las actividades, es el padre el que
encarna la autoridad y la “Ley”, pudiendo observar esto en
expresiones como: “su
papá le va a regañar” (ESPOSA),
lo que es comprensible, dado que la familia se encuentra en un
proceso de desarrollo social y material en un contexto que puede
resultar adverso y de incertidumbre, de ahí que se requiere una
estructura de autoridad sólida que permita la cohesión del grupo
para que pueda sobrevivir en un ambiente de este tipo. Homans
menciona que este tipo de estructuras de autoridad se observan donde
la supervivencia del grupo depende la cohesión, coordinación y
cooperación estrecha de todos los miembros, como en los buques o las
unidades militares, donde dadas las condiciones del ambiente, no es
dable la democracia, por el nivel de responsabilidad que recae sobre
el líder; contrariamente a los grupos de amigos que se reúnen de
manera espontánea y para actividades recreativas, en los que se
observa una estructura de autoridad que es mucho más relajada y
democrática.
Dentro
de los grupos familiares de Aztatla y especialmente dentro de la
familia G, las relaciones entre los hermanos son del segundo tipo, y
deben ser con un amplísimo contenido social, es decir que mientras
se encuentran solteros, seguramente acudirán juntos a fiestas,
juegos y otras actividades que no tengan que ver con las requeridas
en el sistema externo; comenzando a disminuir éstas cuando alguno de
ellos “tenga responsabilidad”, es decir que se case o se junte
con alguna mujer, ya que eso implicaría un profundo cambio de rol
dentro de la familia y la comunidad, ya que se debe comenzar a
cooperar y a hacer cargos civiles y religiosos, lo que le impone más
seriedad a la generación de recursos tanto para “ayudar” a la
familia como a sus padrinos y amigos.
Además, habría que
considerar si se mantienen “juntos” o “aparte”, ya que si es
lo segundo, es muy probable que las interacciones entre hermanos
disminuyan considerablemente, aunque aquellos se encontrarán tanto
en reuniones familiares y sociales viéndose con mucho cariño. En el
caso de la familia que estamos presentando, ellos “están juntos”,
lo que implica una importante dosis de “ayuda” (cariño y
cooperación) entre los hermanos.
Con relación a las
hermanas, la situación cambia, ya que aunque durante la infancia
seguramente interactuaron mucho con sus hermanos, también existe una
separación que las limita, ya que a ellas se les está preparando
para ser mujeres, especialmente cuando “ayudaban” a su madre en
distintas actividades, al momento en que ellas comienzan a crecer y a
estar disponibles para establecer una relación de pareja, es muy
probable que las interacciones disminuyan, debido principalmente a
que ellas se “apartarán” para vivir con su esposo, o como lo
mencionaba Engels y Morgan, pasará a formar parte de la Gen
(grupo familiar) del hombre con quien se unan. Ello se observa con la
HIJA2, quien acude a visitar a su madre, pero no “ayudó”
directamente en la boda del HIJO1. No así con las nueras, ya que
ellas se integran a los grupos familiares de sus esposos, y si tienen
una “buena” telé con su suegra, cuñadas y cuñados, es probable
que se queden “juntos” durante un importante número de años,
claro que siempre con una distancia con éstos especialmente por el
“tabú” de ser la esposa/pareja del hermano, aunque si no fuera
así, es muy probable que presionen a su esposo para “apartarse”.
Con relación a las
interacciones y sentimientos entre padres-madres e hijos, existe una
importante continuidad de interacciones entre ambos en el sistema
externo, especialmente entre la madre y los hijos, lo que
implícitamente genera afecto entre ellos, pero también una
importante dosis de ambivalencia, ya que regularmente los padres
dirigen la conducta de los hijos (dan órdenes), o en un lenguaje más
técnico, “inician interacciones”; lo que por lo regular generará
cierto nivel de sentimientos displacenteros en los hijos, situación
que se mantiene en cierta medida cuando éstos son adultos si “están
juntos”, como es el caso de la familia G. A diferencia de las
relaciones que se establecen con los hermanos, éstas estarán
cargadas de respeto, serán formales y generalmente restringidas a
las demandas del sistema externo. Esto se extiende a la pareja/esposa
de los hijos ya que como lo mencionó Ragher, las nueras generalmente
tienen una actitud sumisa, no hablan delante de la suegra, e incluso
se retiran cuando llegan visitas. No así con la familia G, donde se
observa que entre la ESPOSA y la NUERA “existe mucho cariño”, y
“hacen todo juntas”, donde la segunda no presenta la actitud ni
el comportamiento usual de las nueras en el pueblo, esto como lo
mencionamos anteriormente, nos parece que se refiere a la telé
positiva entre ambas, y aquélla la ve más como una hija-sucesora,
ya que ella junto con los hijos mayores (HIJO1 e HIJO3) se quedarán
en la casa.
Habría que ver si la
esposa del HIJO3 tiene una telé positiva con ambas, así como si
está dispuesta a subordinarse a la autoridad de la NUERA, ya que de
lo contrario, será muy probable que presione de manera importante
para que ella y el HIJO3 “se aparten”, situación que generaría
una ruptura al interior de la estructura y dinámica del grupo
familiar. Cabe hacer notar que esto es mera especulación, pero
señala un factor que hay que considerar.
En general y por lo
relatado por Gaher7,
las relaciones con los de las generaciones superiores es muy similar
a la que se establece con los padres, en el sentido de la formalidad
y el distanciamiento afectivo, estableciéndose en forma de “ayuda”
en acontecimientos importantes, y solo para mantener la reciprocidad
de los vínculos; pero no así con los padrinos ya que con ellos la
situación es distinta, pero esto lo abordaré más adelante.
Un elemento que hay
que considerar en los grupos familiares a diferencia de otro tipo de
grupos, es el de las relaciones triangulares. Este tema fue
reconocido por Freud8
(1905, 1908, 1913) desde hace mucho tiempo, especialmente en lo que
se refiere a la construcción de la personalidad, la identidad de
género y la elección de objetos sexuales. Munné (1995) señala que
el tamaño mínimo de un grupo es de tres, dado que a partir de ese
número es que se pueden observar los fenómenos grupales tales como
las alianzas; agrega que por lo tanto.
Por su parte, Moreno
reconoce la presencia de relaciones triangulares como indicativas de
un cierto nivel de desarrollo al interior de los grupos, ya que éstas
hablan de una mayor presencia de telé al existir la intención en la
elección de los sujetos con los que se interactúa. En sus
investigaciones (ya citadas) observa que en los grupos de infantes y
enfermos mentales, las relaciones son primordialmente de parejas y
con una fuerte presencia del azar.
Por su parte, Homans
(1971) aclara que en un sistema de relaciones complejo como son los
grupales y especialmente al interior de los grupos familiares, “la
relación entre dos personas, A y B, está determinada en parte por
las relaciones entre A y una tercera persona, C, y entre B y C.”
y agrega, que en este caso particular, resultaría imposible separar
el estudio de los lazos de parentesco, sin incluir los otros
pertenecientes al mismo sistema, ya estos se constituyen como un
sistema de fuerzas que proporciona una importante y al mismo tiempo
delicada dosis de equilibro en las relaciones, de ahí que si una es
perturbada, las demás deberán adaptarse a una nueva dinámica.
En el caso de la
familia G, y si regresamos a la figura 2, podremos observar que todas
la relaciones entre las personas que cohabitan son triangulares. Es
muy probable que esto se deba a que la manera de organización de las
actividades y a quienes dirigen la conducta de los otros, además de
aquellos factores inconscientes de atracción sexual que Freud ha
mencionado.
Por otro lado,
pareciera que el establecimiento de relaciones triangulares, pretende
el mantenimiento de la conexión afectiva con la generación
superior, ya que como el padre es quien tiene autoridad directa sobre
los hijos varones, el vínculo con la madre permite suavizar las
posibles tensiones que pudieran generarse.
Un triángulo que
llama la atención, es el que se da entre ESPOSA, NUERA E HIJO1; ya
que debido a que tanto la ESPOSA como el HIJO1 generan interacciones
hacia la nuera, es muy probable que esta relación sea un foco de
tensión y/o conflicto; a menos que el HIJO1 ceda la autoridad a su
madre con tal de que entrene a su lugarteniente para cuando acceda a
la dirección del grupo. También es posible observar que la HIJA2 no
sostiene ninguna relación ni bidireccional, ni triangular con los
miembros del grupo, por lo menos con el criterio de “ayuda”.
5.1.6.1.1
Los padrinos:
Gaher no nos brinda
información sobre las relaciones de compadrazgo que tiene la familia
G, salvo una breve mención en torno a la boda del HIJO1, pero nos
parece que es un rubro que no debe dejarse de lado dada su
importancia para el tema que nos compete.
Como mencionamos
anteriormente, para los aztatleños, los padrinos son sumamente
importantes, especialmente los de bautizo y velación en la boda, ya
que es en la relación entre padrino/madrina y ahijado/ahijada que
los jóvenes encuentran una guía y apoyo emocional para los
problemas de la vida que puedan presentarse, especialmente las
crisis, ya que cuando un padrino es elegido, adquiere
“responsabilidad”, o como lo menciona Geher sobre los padrinos de
bautizo: “el
padrino debe ver por el niño como si fuera su hijo propio. En caso
de que el niño tenga algún problema o enfermedad, el padrino […]
debe ayudar y apoya”.
Mientras que los padrinos de velación “son
como los segundos padres de los novios […] deben ayudar y aconsejar
a sus ahijados. Si en determinado momento la pareja tiene problemas
los padrinos de velación deben verlos, intervenir y apoyarlos.”
Este tipo de
relaciones se vuelven posibles y necesarias a partir de que la
familia aztatleña es una unidad económica, donde los padres son los
jefes, lo que como ya mencionamos, genera ciertos niveles de
ambivalencia y tensión en la relación, así que las relaciones que
se establecen con los padrinos, es una parte fundamental del sistema
de relaciones interpersonales en San José Aztatla. Esto es debido a
que la relación entre los padres e hijos es de respeto y admiración,
antes que de afecto íntimo, especialmente las que se dan entre los
del mismo sexo, ya que sus interacciones principales son de trabajo y
en el sistema externo. De ahí que sea necesaria para los jóvenes
una relación con un miembro de la generación anterior libre de
autoridad, para que mantenga la trasmisión de la cultura y se
prepare el remplazo generacional; de ahí que los padres tendrán sus
propios ahijados, con los que establecerán estas relaciones más
cercanas y afectivas. Situación que es consistente con lo propuesto
por Homans (1971).
5.1.6.2
Dependencia mutua entre sentimiento y actividad, de actividad e
interacción:
Este es un rubro que
resulta sumamente interesante, ya que se enfocará en aquellas
actividades que se realizan en el sistema interno, y la relación que
tienen estas en los sentimientos de los miembros del grupo familiar,
especialmente lo que los psicólogos llamamos estados afectivos, que
cuando se expresan en función o con relación a otro, constituyen
una fuerza que impulsa las actividades del receptor, las que a su
vez, generan nuevos estados afectivos en el primero, lo que como
mencionarían los conductistas, refuerza la conducta.
Menciona Homans que
muchas cosas pueden considerarse como actividad, siendo gestos,
cambios en la entonación de la voz, caricias, hacer algún regalo,
realizar algún trabajo particular, entre otros. Una característica
de éstas es que van mucho más allá de las proporciones requeridas
en el sistema externo y conducirán a nuevas interacciones entre los
implicados.
En general, en
Aztatla y en nuestra familia G, un elemento fundamental para acceder
a la relación entre sentimientos y actividad, es la “ayuda”, ya
que como menciona Gaher, y a partir de la concepción ontológica de
los aztatleños, este concepto es fundamental para el mantenimiento y
desarrollo de las relaciones interpersonales en el pueblo; y tiene
según la concepción de los habitantes una diferencia muy clara con
el trabajo aunque ambos pueden implicar un esfuerzo físico y llevan
implícito el económico.
De ahí que el
trabajo signifique que “de
que tengamos dinero, porque si no trabajamos no tenemos dinero, para
que tengamos para comer, para vestir”,
siendo que trabajar significa cobrar, mientras que “ayudar” “no
es cobrar”.
Cabe aclarar que la
diferencia principal no es en tipo de actividades sino en el sentido
de éstas; o para encuadrarlo dentro de nuestro sistema conceptual,
el “trabajo” son todas aquellas actividades que se realizan en el
sistema externo, mientras que “ayuda” las que se realizan en el
interno, de ahí que una persona puede sembrar y cosechar maíz, o
cocinar, lavar trastes o ropa, y simplemente darlas (“ayudar”) a
un pariente, amigo o familiar, o cobrar por ellas ya sea dinero o en
especie, que significa “trabajar”.
En el caso de la
familia G, la “ayuda” ha sido un factor fundamental para el
desarrollo del grupo, además de que va plena y profundamente cargado
de afecto y cariño, ya que como menciona la ESPOSA ellos se “ayudan”
mucho, ya sea guardándole el dinero a los hijos, o ellos aportando
para la construcción de la casa, o el ESPOSO con mano de obra o
contratando otros albañiles, colaborando para la boda del HERMANO1,
etc.
Un elemento que me
llama la atención y que demuestra que tanto Aztatla como la familia
G se encuentran en transición de una economía rural/artesanal, de
dones; a una urbana, es la simbolización de la ayuda, ya que de ser
explícita y literal, se ha ido sofisticando y volviendo más
simbólica. Por ejemplo, la ESPOSA menciona que los hijos “ayudan”
dando dinero para la siembra del maíz o la ampliación de la casa,
ya que como trabajan en fábricas (han dejado de ser artesanos) no
están obligados a implicar actividad física.
La familia G menciona
Ragher, es una de las pocas que tienen un poder adquisitivo superior
al promedio de los habitantes del pueblo, esto sin ser intermediarios
de textiles como la mayoría de los que están en su posición,
aclarando la ESPOSA que esto es posible porque “están juntos” y
se “ayudan”, ya que “de que están juntos se hace todo, solitos
no se hace nada.”; y además se quieren mucho "Lo
veo, mis hijos nos quieren. Ya tenemos buenas cosas, todo. Otros
trabajan diez años en fábrica y no tienen. Hartos dicen 'ustedes
tienen dinero', me encabrona, pues trabajamos, por eso tenemos."
(ESPOSA).
5.1.6.2.1
Las normas y el rango social:
Las normas poseen una
importancia vital para la existencia del grupo, ya que constituyen
tanto los principales reguladores de la conducta, como los modelos
que se deben seguir para ser un digno integrante del grupo. Menciona
Homans que toda norma tiene un fundamento en la costumbre y aquello
que se ha comprobado que es “bueno y funciona”. De ahí que una
norma establece lo que se espera que haga una persona o un subgrupo,
existiendo una íntima relación entre el comportamiento y la
regulación de las normas, con el sentido de proteger al grupo, de
ahí que apartarse de éstas, acarrearía alguna especie de castigo
que iría en detrimento del estatus de la persona o el subgrupo
particular.
Siguiendo a Homans,
podemos mencionar que existe una estrecha conexión entre normas
sociales y rango social, por lo que aquellas personas que más se
acerquen a la realización de las normas, poseerán un rango social
más elevado y viceversa.
En Aztatla, el rango
social se encuentra profundamente ligado al desempeño de cargos y a
la ayuda que se recibe. Dentro del pueblo, cuando una pareja se junta
o se casa, “tiene responsabilidad”, lo que implica que “tiene
la obligación” de pagar sus cuotas, hacer cargos para el pueblo o
la iglesia, incluso la “faena”.
Los cargos civiles,
son aquellos que tienen que ver con la administración y
funcionamiento del pueblo, ya sea la policía municipal, la
administración de los pozos de agua, el fiscal general y presidente
municipal auxiliar, que es el cargo civil más alto y el único que
tiene un pago. Todos los candidatos para los cargos civiles son
propuestos por los representantes de las cuadras, y se eligen por
voto directo en una asamblea del pueblo que dura todo el día y ésta
se desarrolla con base en los usos y costumbres.
Para ser propuesto
para ser presidente auxiliar9
“la
gente se fija en la conducta de la persona, si es participativa, si
ha hecho cargos, si ha cooperado para la comunidad, si está
dispuesto a trabajar y si le gusta el progreso”
(Presidente auxiliar al momento del estudio). El desempeño de este y
cualquier otro cargo, no solo es un símbolo del rango social que se
ha ido ganando al interior de la comunidad, sino que también implica
“sufrir”
(informante), ya que las personas empeñan mucho tiempo y se
encuentran expuestos a las críticas del pueblo.
Para que las personas
puedan “hablar” (tener voz y voto) durante las asambleas, deben
haber desempeñado al menos algún cargo, mientras que el acceso a
cargos más importantes depende de cómo la persona ha desempeñado
cargos menores. De ahí que los más jóvenes comiencen con cargos de
secretarios o policías y si se desempeñan con base en lo que se
espera del rol, serán considerados para otros.
Los cargos religiosos
a diferencia que los civiles, más que tiempo implican un gasto
económico. En general, el desempeño de mayordomías implica la
ganancia de “respeto”.
Los cargos de la iglesia, aunque se asignan al “jefe de familia”,
implican a todos los que habitan la casa de éste, y para la
elección, la asamblea considera a aquellos que “tienen” la
capacidad económica. Entonces, los recién casados o juntados, más
bien “ayudan” a sus padres o hermanos con los que “están
juntos”, van aprendiendo y la gente del pueblo los va mirando. Este
tipo de cargos aunque implican un importante incremento del rango
social de la persona y su familia, son también un importante
instrumento de control social, ya que aquellos que rechazan el cargo
o no lo “hacen bien”, son fuertemente criticados y señalados y
es poco probable que se les vuelva a “pedir” que hagan otros
cargos, lo que implicaría una disminución en el prestigio social.
Generalmente, cuando
alguna persona no cuenta con los recursos económicos para hacer una
mayordomía, la rechaza, pero inmediatamente se propone para hacer un
cargo civil, que generalmente es equitativo en importancia y
dificultad al religioso.
El desempeño
“adecuado” de los cargos, impacta directamente en el prestigio de
los grupos familiares que se ve reflejado en las invitaciones para
ser padrinos, las personas que quieren ser sus apadrinarlos (pues son
importantes) y la ayuda que reciben cuando tienen bautizos o bodas,
de ahí que entre mejor cumplimiento de las normas de la comunidad,
mayor rango social lo que implicaría una más amplia red social y de
apoyo.
En el caso de la
familia G, por “estar juntos”, han podido desempeñar un
importante número de cargos civiles y religiosos gracias a que
“juntos” se “han ayudado”, lo que ha redundado en que tengan
un alto prestigio, de ahí que cuando fue la boda del HIJO1,
“tuvieron una boda grande” con más de 500 invitados, más de 30
padrinos, ya que 17 fueron solo del novio más los de velación, y
recibieron mucha “ayuda” para la organización de la fiesta en su
casa. Esto implicó que aunque la organización y festejo del
casamiento requirieron una importante inversión de recursos, para
ellos no lo fue, ya que tanto los padrinos como los ayudantes aportan
en efectivo y en especie.
Al interior de los
grupos familiares menciona Gaher, que nada está dado, sino que todas
las cosas que se proporcionan a los demás, son para comprometer su
ayuda, de ahí que cuando los padres “crecen a sus hijos” están
esperando que estos los “ayuden” conforme van creciendo y
viceversa, ya que conforme estos van “abriendo los ojos” y
“sufriendo” (ayudando a sus padres), se van ganando el derecho de
la herencia, ya sea que los padres les “ayuden a hacer su casita”
o que les dejen su propia casa como agradecimiento por haberlos
cuidado durante la vejez, como es el caso del xocoyote.
Al interior de la
familia G, existen dos normas fundamentales que tienen una relación
directa con el rango al interior de ésta, que son: “estar juntos”
y “ayudar”. La primera se exige a todos aquellos que habitan en
la casa paterna, para que proporcionen tanto actividades, insumos
como dinero en efectivo para que el grupo se desarrolle; de ahí que
la HIJA2 esté exenta de esto, ya que ella ahora pertenece al grupo
de su esposo. Es por esto que en concordancia con las normas
comunitarias, que los HIJOS1 y 3 tienen un mayor rango social que el
HIJO4, ya que éste como está comenzando a trabajar en un taller
textil, “apenas está abriendo los ojos” y no ha “sufrido”
(implicado su esfuerzo para la familia), por lo que los hermanos
mayores tienen un rango social más elevado y heredarán la casa
paterna, mientras que a éste “lo ayudarán haciéndole su casa”.
- Reacción del sistema interno sobre el externo:
A lo largo del
presente capítulo, hemos observado que tanto a nivel comunitario en
San José Aztatla en general, como la familia G, han desarrollado
ciertas características que les han permitido sobrevivir en su
ambiente, particularmente en lo que se refiere a la división del
trabajo y la cadena de mando que con la que se coordinan las
actividades.
En el caso de la
familia G, que es en la que se enfoca esta parte de nuestro estudio,
hemos podido observar que han podido desarrollar una moral, liderazgo
y disciplina particulares, que además de permitirles sobrevivir
“muy” eficientemente en el ambiente, les han permitido un
desarrollo y movilidad sociales que resultan evidentes entre las
familias del pueblo, especialmente al no dedicarse a la
intermediación de textiles.
La “moral” del
grupo familiar, no es distinta de la del resto de la comunidad, ya
que ellos “están juntos”, se “ayudan” y la herencia la
recibirán quienes más hayan ayudado a los padres, siendo en este
punto donde este grupo en particular ha adaptado las normas a sus
propias necesidades, ya que en lugar de heredar la familia al hijo
menor, lo harán a los mayores, ya que “ellos han sufrido”.
Mantienen una importante disciplina que se ha ido conformando con el
tiempo, especialmente en lo que se refiere a la administración de
los recursos económicos, ya que como menciona la ESPOSA, cuando los
hijos mayores comenzaban a trabajar, le entregaban su dinero a ella
para que lo guardara; conforme se fue instaurando la disciplina del
ahorro y aportación al grupo, ella dejó de concentrar los recursos,
permitiendo que cada uno lo hiciera, pero solicitándoles lo
necesario para la sobrevivencia de este. Además es muy evidente el
claro liderazgo que ella posee y ejerce, ya que sociometricamente, se
encuentra en el centro de todas las relaciones e interacciones, de
ahí que nada pase al interior del grupo sin que sea filtrado por
ella.
En Aztatla, un
elemento muy importante para el mantenimiento y reelaboración de los
vínculos sociocomunitarios, es la “ayuda” que se da entre los
miembros y familiares extensos en las tareas y festividades
importantes, ya que estas además de implicar el esfuerzo físico,
demandan la aportación tanto en especie como en dinero en efectivo.
Esto resulta un importante motivador para los miembros del pueblo y
los grupos familiares amplios, a trabajar y actuar de manera más
intensa sobre el ambiente a partir del sistema externo. Por ejemplo,
observamos que en la familia G, la ESPOSA y la NUERA estaban criando
marranos con el maíz sobrante de su cosecha, ya que el grupo tenía
el compromiso de “dar” un itacate a los padrinos de la boda;
padrinos que invertirían su propio esfuerzo para cumplir con el
compromiso, lo que seguramente demandaría más trabajo o algún tipo
de recorte o desvío de gastos para lograrlo.
Por otro lado,
podemos observar que la división del trabajo dentro de la familia G,
si bien no tenemos una evidencia de que fuera deliberadamente
planeada, sí ha obedecido a una intuición acertada dados sus
resultados, ya que mientras los padres mantienen actividades más
apegadas a la vida tradicional de la comunidad, sembrando el maíz y
en su momento, participando de alguna manera en actividades textiles,
han enviado a los hijos jóvenes a “trabajar” fuera a las
fábricas, situación que proporciona un ingreso más estable y
sustancioso; que les ha permitido “ayudar” de manera más
simbólica pero consistente a la movilidad social y desarrollo de la
familia, lo que seguramente los motivará de manera importante a
actuar de manera más intensa en el ambiente, buscando mantener sus
trabajo y crecer dentro de ellos.
Por su parte, la
NUERA seguramente dado su temperamento y la telé positiva que tiene
con la ESPOSA, ha venido a ser la lugarteniente y sustituta de la
hija perfecta, ya que como planteamos anteriormente, ellas hacen
“todo juntas”, se le permite estar cuando habla la suegra y
bromean y ríen constantemente. Lo que sí es dable decir, es que la
conjunción de estos factores ha sido un hecho que ha reforzado el
“estar juntos”. Por su parte y al ser la esposa del futuro jefe
de la familia, ella seguramente motivará a su esposo a que mantenga
ese trabajo que les permite tener recursos que exceden las
necesidades del sistema externo y les permiten tener ciertas
comodidades, así como cumplir con los compromisos con el pueblo,
para poder sostener e incrementar el rango social ganado por la
generación anterior.
A manera de
conclusión, podemos mencionar que la organización y dinámica de la
familia G es altamente efectiva, dado que les ha permitido sobrevivir
en el ambiente, resultando fundamental la expresión de sentimientos
sociales que implican todas las actividades que realizan, lo que
retroalimenta el trabajo, a partir de “interacciones” (ayuda)
significativa, lo que motiva las actividades de otros en el mismo
sentido centrípeto hacia el corazón del grupo. Tanto los sistemas
externo como interno, se encuentran profundamente unidos. Esto según
Homans, se da dentro de los grupos familiares, a diferencia de grupos
laborales o de jóvenes amigos, por la historia y el infinitamente
mayor tiempo que ha tenido el grupo familiar para elaborar y
re-elaborar sus dinámicas, ya que como lo mencionó Marx, las
dinámicas sociales tienden a seguir una dirección circular
resultando en una espiral, que implica la posibilidad de un actuar
diferente cuando históricamente se llega a un punto similar.
A continuación,
abordaremos a un grupo familiar de clase media urbana, que si bien
mantiene con el anterior la cualidad de haberse conformado como un
grupo familiar extenso, su organización y sociodinamia son
completamente distintas dadas las condiciones particulares del
ambiente donde actúa.
- Segundo caso: sociodinamia de una familia extendida y la red de apoyo a una madre soltera.
Para el presente,
retomaremos un caso presentado en el capítulo anterior, en el que se
trabajó sobre la sociometría de una familia extensa y cómo es que
se han configurado las relaciones en esta para brindar “apoyo” a
uno de sus miembros que es madre soltera; por lo que haremos un
esfuerzo consciente por hacerlo mucho más sintético, tratando de
enfocarnos en el análisis de los hallazgos sobre la elaboración
teórica.
Recordando: se trata
de un grupo familiar extenso10,
de clase media baja de tres generaciones, cuyos integrantes son:
abuelos; 4 hijas: hermana 1, hermana 2, hermana 3, madre;
seis nietos: hija, sobrino 3, sobrino 1 , sobrina 3a , sobrina 3b,
sobrina 2; 2 cuñados: cuñado 1 y cuñado 3. Pudiendo observarse su
estructura en la figura 3.
- Ambiente:
Es una familia que
habita en la zona conurbada de la ciudad de México, siendo que los
abuelos comenzaron a trabajar como obreros, mientras que los hijos ya
se han desarrollado académica y profesionalmente, ya que se
desempeñan como docentes, directores de instituciones educativas y
profesionistas.
A diferencia del
grupo familiar de Aztatla, ésta no es una unidad económica, en la
que la mayoría si no es que todas las actividades que se realizan en
el sistema externo son efectuadas dentro de otros grupos e
instituciones, quedando patente lo que mencionaba Levy-Strauss sobre
la pérdida de funciones familiares siendo éstas absorbidas por
otras instituciones de la estructura social. De ahí que como a la
mayoría de las familias modernas urbanas, les quede solo la
satisfacción de necesidades afectivas, sexuales y de cuidado
primario de los hijos.
Podemos observar que
en un importante número de familias que se encuentran en una
condición similar a ésta, el lazo familiar es sumamente frágil, ya
que en las familias antiguas y las rurales, éste se veía
fortalecido a partir del importante número de actividades e
interacciones que realizaban juntos en el sistema externo, y que
contribuían a apuntalar la existencia del grupo y la empresa común,
mientras que en la actualidad, aquellas se han visto reducidas al
mínimo, de ahí que el padre ha dejado de ser el jefe del grupo (o
por lo menos en un sentido práctico más que fáctico), quedando
reducido en el mejor de los casos a un proveedor o aportador de
dinero, ya que como mencionamos en el capítulo primero, las mujeres
han penetrado cada vez más en espacios que eran exclusivos de los
hombres. Así mismo, aunque las mujeres mantienen el prestigio de la
maternidad, muchas de las actividades que se consideraban de una
“buena esposa”, ahora se han invisibilizado u obviado, ya que la
gran mayoría de las mujeres (si no es que todas) desempeñan una
doble o triple jornada, pero ninguna de ellas en el rubro de
ocupación de los formularios coloca “ama de casa” (salvo que sea
la única actividad que realice), esposa, madre; y si en cambio
“profesionista”, empresaria, maestra, abogada, etc. Esto se
observa en el incremento que han tenido los divorcios, siendo que
nuestra familia no es ajena a esto, ya que una de sus miembros es
divorciada.
Es por esto y porque
consideramos que el contexto de este grupo familiar no nos es ajeno,
y sí más bien familiar; que nos concentraremos en el análisis del
sistema interno.
- El sistema interno:
Teniendo
en cuenta que dentro del sistema interno se da la elaboración de la
relaciones y que a partir de ahí el grupo acciona sobre el externo
para sobrevivir en el ambiente, podemos observar que nuestra familia
extendida fundamentalmente cuenta con las reuniones de fin de semana,
en donde, aunque la asistencia es voluntaria, en general son bastante
concurridas. Los festejos de cumpleaños, en cambio, sí son
“obligatorios” además de que prevalece el principio de “ayuda”
que se brindan unos a otros.
- Características sociométricas11:
El
test sociométrico se aplicó bajo el criterio del cuidado de la HIJA
en caso de que la MADRE muriera, lo que es un criterio sociotélico,
lo que nos permitió explorar con mucha claridad la telé que existe
entre los miembros, ya que cómo se plantea una situación de crisis,
es posible explorar la estructura interna.
La
figura 4 presenta el sociograma de elecciones y rechazos, en el que
podemos observar que es la ABUELA la que recibe más elecciones y en
primer lugar, mientras que es la HERMANA 3 la que más rechazo recibe
también en primera elección.
Llama
la atención que tanto el ABUELO como la HIJA no eligen a la abuela,
ya sea por “tradición” en que el primogénito hereda la
autoridad, o porque es con quien se tiene más cercanía afectiva. A
diferencia del resto de los electores, quienes lo hacen dado que es
quien ha “cuidado” más a los nietos ya que tiene más tiempo
porque no trabaja.
En
segundo lugar, encontramos que tanto la HERMANA 1 como la 2, están
en igualdad de circunstancias, primordialmente porque se llevan
“bien” con la niña.
Con relación a los
rechazos, observamos que los que más reciben, son el núcleo
familiar conformado por la HERMANA 3 y CUÑADO 3, descartándose
ellos mismos, además que el resto del grupo los considera como los
más ajenos a éste.
Cabe destacar que
desde una perspectiva sociogenética, esta familia tiene un escaso
desarrollo para su contexto, ya que la mayoría de las elecciones
(positivas y negativas) son en su mayoría uni (y en pocos casos)
bidireccionales, con una nula presencia de estructuras complejas, con
la consecuente baja cohesión. Destaca con mayor claridad el nivel y
la mutualidad en los rechazos, centrándose estos sobre la HERMANA 3
y su núcleo familiar.
Con base en lo
anterior, es posible observar que este grupo familiar tenga un pobre
desarrollo sociodinámico en su conjunto, ya que si no es que éste
se encuentra aislado, es probable que como grupo mantenga muy pocas
relaciones con otros grupos o con un supra sistema, esto puede ser el
resultado de la urbanización y del mismo ambiente, ya que sus
miembros desarrollan la mayoría de sus roles dentro de diferentes
grupos e instituciones.
- Dependencia mutua entre interacción y sentimiento:
A diferencia de la
familia G de Aztatla, este grupo familiar, no opera en conjunto ni de
manera directa sobre el ambiente, además de que sus miembros han
seguido el ideal burgués de la nuclearización, de ahí que cada
pequeño subgrupo familiar viva en su propia casa, situación que
limita las interacciones físicas solo a las reuniones semanales, a
algunas tareas de ayuda, al afecto y la telé que hay entre los
miembros, refiriendo ellos que la familia es abierta y que en
general, el trato es más cariñoso entre aquellos que son más
cercanos afectivamente. Dado que a diferencia de la familia G del
estudio anterior, este grupo familiar desde sus orígenes, ha estado
en un ambiente urbano, la forma en que se establecen las
interacciones pueda ser más sofisticada y simbólica.
Es por esto que se
menciona que cuando en la familia se resuelve un conflicto o se toma
un acuerdo, esto se hace del conocimiento de los ausentes vía
telefónica, siendo los responsables de hacerlo la ABUELA o la
HERMANA 1. Esto no implica que se pierdan todas las interacciones
directas y presenciales, ya que los sobrinos 1 y 3 trabajan y
estudian pero suelen visitar la casa de los abuelos para reunirse con
las tías. El sobrino 1 lleva a sus abuelos al banco, al médico o
hace cola de pensionados para que ellos no se levanten temprano. Su
relación con la HIJA es más afectuosa y tolerante que la que tiene
con la sobrina 2 (prima).
Mencionan que uno de
los elementos fundamentales para la unión de la familia es la ayuda
que se brindan, al proporcionar vivienda en casos de divorcio,
prestar el coche si se requiere, recoger a los sobrinos en caso de
emergencia, etc. cabe destacar que el sentido de la ayuda en este
grupo es completamente distinto del que se brinda en los grupos
familiares aztatleños, ya que en ésta se pretende la resolución de
problemas concretos y tiene una carga primordialmente afectiva,
mientras que en aquellos el sentido es el de la reafirmación de los
vínculos sociales.
Como en la familia G,
la interacción entre padres e hijos es formal y respetuosa, mientras
que entre las hermanas es libre y abierta, lo que posiblemente de
deba más a la estructura de parentesco que a las necesidades de
control del comportamiento.
- Dependencia mutua entre sentimiento y actividad, de actividad e interacción:
En este grupo
familiar extenso, las actividades dentro del sistema interno se
encuentran circunscritas a las reuniones dominicales en las que
seguramente dado que las HERMANAS 1 y 2 son las que tienen el estatus
sociométrico más elevado después del de la MADRE, es muy probable
que sean ellas las que “ayuden” en la organización de éstas,
así mismo son sus hijos los que prestan más “ayuda” a los
abuelos llevándolos al banco y haciendo cola temprano en la fila de
los pensionados. En este caso, al ser la HERMANA 3 la más rechazada
y dado lo observado en las dos de las tres sesiones de trabajo con el
grupo familiar, ella y su núcleo son los que menos “ayuda”
prestan, incluso llegan tarde a las reuniones periódicas y es quien
menos tiempo permanece en ellas, mantiene su propia conversación con
escaza o nula plática con los otros; por lo que es quien menos
interacción tiene con el resto. Seguramente, invertirá una
importante cantidad de recursos económicos como postres y regalos de
navidad caros, a manera de compensación por la pobreza de los
contenidos afectivos al interior del grupo.
- Las normas y el rango social:
Este es uno de los
puntos fundamentales en los que se ve claramente la diferencia entre
las condiciones y desarrollo entre el grupo familiar G y esta familia
extendida, a pesar de que mantienen algunos rasgos similares.
Primariamente y
coincidentemente con lo mencionado por Homans, este grupo familiar
pareciera más un grupo de amigos, ya que dadas las condiciones de
estabilidad de su ambiente, el sistema de normas es altamente
relajado, simbólico e introyectado que en comparación con la
familia aztatleña. De ahí que pareciera que es en este tipo de
grupos familiares donde operan de manera muy importante las
estructuras de parentesco y que si bien el rango social tendrá una
importante relación directa con el sistema de normas, también
obedece de forma importante a la “tradición” y al “deber ser”.
Es decir que aunque los abuelos no ejercen una influencia directa
sobre la conducta de los hijos y nietos, mantienen un lugar de cierto
respeto no por lo que hacen sino por lo que son, siendo validado lo
mencionado por Homans, en el sentido de la pérdida de rango del
ABUELO dada la pobreza de interacciones y elecciones que recibe,
mientras que la ABUELA sostiene una elevada posición que se refleja
en su alto estatus sociométrico y que posiblemente tenga relación
con que al haber tenido solo hijas, ella inicia interacciones más
frecuentemente con ellas que el ABUELO.
Pareciera que en este
grupo familiar extenso, son dos las normas fundamentales que
proporcionan rango social y fortalecen la pertenencia a éste, la
“ayuda” y el “estar”. La ayuda como ya lo referimos, obedece
más a un sentido pragmático de resolución de problemas y a la
disposición de hacerlo, lo que tiene una relación directa con la
segunda norma, ya que al “estar” en las reuniones semanales, se
conocen mejor las necesidades de los otros miembros, y se puede
ofrecer con mayor frecuencia la ayuda.
Nos resulta
interesante que dentro de este grupo familiar, el “estar” sea una
norma a diferencia de la familia G de Aztatla, ya que ellos “están
juntos”. Esto parece que es un efecto inevitable de la urbanización
y nuclearización de los grupos familiares. El “estar juntos” de
la familia G es algo concreto y cotidiano que, aunque de manera
rudimentaria, conlleva la simbolización del afecto que se tienen los
miembros de la familia; mientras que en esta familia extendida,
pareciera invertido, ya que por el afecto es que “están” más
presentes afectivamente, aunque literalmente vivan más alejados, de
ahí que quienes tienen un mayor rango social después de la ABUELA,
sean las HERMANAS 1 y 2, pues aunque son las que viven más lejos,
pareciera que cumplen mejor con las normas que la HERMANA 3, quien
tiene un menor rango, siendo que incluso actúa acorde con esto, ya
que es quien “menos está”, llega tarde a las reuniones y es la
primera en retirarse.
Por otro lado,
observamos que el rango social de las HERMANAS se hereda hacia los
SOBRINOS, con sus privilegos y obligaciones (nobleza obliga), ya que
son los SOBRINOS 1 y 2 quienes “están” más con los abuelos, al
ir frecuentemente a comer a su casa, además de “ayudarlos”
llevándolos a hacer mandados o formándose temprano en la fila de
los pensionados.
- Reacción del sistema interno sobre el externo:
En
el caso de este grupo familiar extenso, y a diferencia de los grupos
familiares en Aztatla, pareciera que hay una clara y profunda
separación entre los sistemas interno y externo, al grado que la
acción sobre el ambiente quedará limitada a la realizada por cada
uno de los subgrupos nucleares y sin influir sobre la dinámica del
sistema interno. Es en este punto donde nos surge la pregunta, ¿son
un grupo familiar, o un conjunto de pequeños núcleos que
esporádicamente interactúan?
Pareciera
que este es el momento de poner a prueba el concepto de grupo
familiar que desarrollamos en el capítulo tres, que recordándolo
dice: “la
familia es un grupo social primario en el que sus miembros se
relacionan por vínculos de parentesco, de donde se derivan roles y
jerarquías, partiendo del desempeño de ciertas funciones, se hace
posible la formación de la persona mediante interacciones
significativas hacia el interior del grupo, que permiten el
desarrollo de las habilidades psicosociales, para que aquélla pueda
integrarse a su sistema sociocultural y realice su existencia”.
A
partir de lo anterior, podemos mencionar que nuestra familia
extendida es un grupo primario, dado que sus interacciones son
directas, existe un sistema de normas implícito, hay un claro
intercambio psicoafectivo entre sus miembros; están definidos los
vínculos de parentesco, es posible determinar los roles y
jerarquías, como lo hemos venido mencionando en los últimos dos
capítulos, y especialmente lo que destaca en este grupo familiar es
su cualidad de formador psicosocial, ya que en general “todas”
las actividades que realizan y de las que se generan interacciones y
sentimientos, son fundamentalmente para socializar y reforzar los
vínculos de afecto.
- A manera de conclusión:
Con base en el
estudio de estos dos grupos familiares extensos, observamos que
aunque comparten algunos elementos, dadas las condiciones de sus
ambientes particulares y su desarrollo sociogenético, han
desarrollado si bien no estructuras, sí dinámicas diferentes; y es
en este punto donde se confirma la potencia de la mirada socionómica
para el estudio de los grupos familiares, ya que con base en la
estructura de parentesco, estos grupos podrían ser muy parecidos,
pero es en la sociodinámia, donde podemos ver profundas diferencias,
incluso en el sentido y significado de los mismos conceptos como el
“estar” y el “ayudar”.
Uno de los puntos que
llama nuestra atención, es el de la diferencia en la consistencia de
los vínculos en cada uno de los grupos familiares que estudiamos,
esto debido a que desde el imaginario social, “son familia”, pero
a partir de este estudio, es muy palpable la diferencia, ya que
mientras que el grupo familiar que tiene que interaccionar sobre el
ambiente de manera directa y con la “ayuda” de todos sus miembros
para sobrevivir y desarrollarse; el segundo, no ejerce una acción
directa sobre su ambiente e invierte una gran cantidad de su energía
para mantenerse juntos, mientras que en el primero “están juntos”
y esto es el secreto de su éxito además de su condición
existencial.
A partir de este
estudio, comprobamos lo dicho por distintos autores y que incluso
suena a cliché.
Los grupos familiares urbanos que viven en el contexto actual, vistos
desde la psicología de los grupos y en particular desde la mirada
socionómica, son muy frágiles y deben invertir gran cantidad de
energía para sostenerse y seguir existiendo. Pareciera que uno de
los elementos que cumple esta función, pero más simbólicamente es
el de la estructura de parentesco, aunado a la situación
socioeconómica que se vive en nuestro país, dada la necesidad de
recurrir a la “ayuda” del grupo para el cuidado de los hijos y
otras funciones que permitan a los padres accionar sobre el ambiente
para generar los recursos para sobrevivir; lo anterior se suma al
familismo,
donde Esteinou menciona que esta tradición que deviene de las
familia nahuas como pudimos observar en la familia G y que a su vez
traen consigo las familias españolas, han ejercido una fuerte
resistencia para la completa nuclearización del grupo familiar
mexicano, especialmente de los estratos sociales medios medios hacía
abajo.
Una vez revisada la
rama sociodinámica, trabajaremos sobre la sociatría,
que es la rama clínica del sistema de pensamiento socionómico; en
este nos enfocaremos en presentar a partir de casos clínicos, la
manera en cómo se aplican los conceptos anteriores para el
diagnóstico y comprensión del grupo familiar, además de sus
principios particulares para la intervención psicoterapéutica.
1
La información que
se presenta en este apartado, fue extraída de la Tesis de Maestría
de Vera Dorothea Regher, la cita completa aparece en las
referencias.
2
El punto anterior es una hipótesis de los autores, que vamos a
intentar esclarecer a partir del análisis socionómico de los
grupos familiares.
3
Es importante tener en cuenta que estos datos se obtuvieron en el
2001-2002 que es cuando se realizaron las fases de campo en la
investigación original, por lo que seguramente en la actualidad
habrán cambiado.
4
En este caso particular, observamos que la estructura sociométrica
del grupo familiar está fundamentada en relaciones triangulares.
5
A la “HIJA” no se le considera ya como mimbro, ya que al estar
ella casada y ser la residencia virilocal, ella paso a formar parte
del grupo familiar del esposo.
6
De este dato en particular no cuento con evidencia directa, pero es
posible inferirlo a partir del análisis sociométrico y la
organización que se observa en el sistema externo, además que es
un elemento fundador del grupo familiar.
7
Para tener el panorama completo referirse al trabajo original.
8
Hay dos momentos importantes dentro del pensamiento freudiano en los
que se destaca la relevancia de las relaciones triangulares uno es
durante los primeros años de vida, en los que el padre comienza a
romper el estado simbiótico que tenía él bebe desde el nacimiento
con la madre, y el segundo y fundamental para el desarrollo de la
personalidad es el derivado de lo que él llamó “Complejo de
Edipo”, en el que el niño siente una especie de atracción
erótica hacia su padre del sexo opuesto comenzando una rivalidad
inconsciente con el del mismo sexo por la posesión del otro, hasta
que se da cuenta que para tener una persona como el objeto de su
amor, tiene que convertirse el alguien como su rival, para lo que
generalmente se alía con este.
9
Al momento del estudio, no se tenían referencias de que una mujer
hubiera desempeñado este cargo.
10
Para una amplia descripción del grupo consultar el capítulo 4.
11
Para la explicación completa de la sociometría familiar, remitirse
al capítulo 4.