CONSIDERACIONES
FINALES
A partir de una
extensa revisión de diversos textos antropológicos y sociológicos,
hemos podido aprender que antes de que existiera la familia, existía
el grupo; y fue a partir de estas primeras formas de organización
social que la familia se conformó como grupo social extenso.
Existe un debate
entre los autores sobre si las primeras formas de organización
familiar fueron con base en un orden matriarcal, patriarcal o un
conjunto de familias nucleares agrupadas. Lo que ha quedado claro es
que el mundo social en el que hemos nacido y que conocemos, está en
función de un orden patriarcal, y que éste se desarrolló
fundamentalmente por motivos económicos y de poder. Este
planteamiento ha sido corroborado por Durkheim (1893/2001), quien
afirma que la organización de los grupos familiares más allá
obedecer a un designio natural o consanguíneo, tiene un origen más
bien artificial en función de una comunidad ideológica, afectiva y
utilitaria. No niega que la consanguineidad haya facilitado estas
condiciones, pero resalta que son muchos otros los factores que
determinan la agrupación familiar.
Esta organización
patriarcal y con base en las fuentes revisadas, ha durado por lo
menos los últimos cinco mil años en occidente; y ha pugnando cada
vez más por la individualización y separación de los nuevos
matrimonios de sus grupos familiares de origen más allá que por una
necesidad propia de los grupos, por una presión de los sistemas
económicos o; como le mencionó Lévy-Strauss, a una sobre
especialización de las estructuras sociales; debido a que desde su
origen, los grupos familiares extensos eran unidades vitales
integrales, en las que formaban parte de la vida cotidiana la
sobrevivencia, la educación, la espiritualidad, la economía, la
muerte, entre otros. Esta conformación integral de los grupos
familiares, obstaculizaba el desarrollo de una economía con base en
el capital, dado que las personas obtenían al interior de ellos la
satisfacción de la mayoría de sus necesidades, y lo que no, lo
intercambiaban a partir de los excedentes de su producción.
Estos intentos
industrializadores de nuclearización tuvieron cierto éxito hasta
mediados del siglo XX, cuando distintos movimientos sociales y
culturales comenzaron a cuestionar el sistema patriarcal fundamentado
en el control y la opresión, además de que en la actualidad los
sistemas económicos y políticos enfrentan una serie de crisis, que
han generado una situación de vulnerabilidad económica y laboral en
las familias nucleares, lo que propicia que éstas recurran a sus
grupos de origen y familiares extendidos, para que en conjunto se
amplíen los recursos y la capacidad de sobrevivencia.
En México, el grupo
familiar no siguió una dinámica distinta; ya que desde sus orígenes
prehispánicos, la organización social se fundamentaba en grupos
extensos de cohabitación, otorgando primacía a la autoridad
patriarcal, esto en consistencia con lo planteado por Homans, donde
menciona que a mayor variabilidad y exigencia del ambiente, mayor
estructuración y rigidez habrá en la organización de los grupos en
lo referente a su sistema externo. Por otro lado, desde la conquista
y hasta la fecha, gracias a los orígenes antes mencionados; ya que
tanto los grupos familiares españoles como los afroantillanos
llegaron a tierras mexicanas con una forma de organización extensa
al interior de sus grupos familiares; así como los intereses de la
iglesia católica por la evangelización, se ha presentado el
fenómeno del familismo,
que en sí mismo ha permitido una cierta resistencia a las tendencias
nuclearizadoras, permitiendo –como afirma Esteinou-, que coexista
una organización familiar grupal fundamentada en la “ayuda” y el
“estar” en familia, con la individualización de las personas, en
las que de alguna manera se han podido manejar los conflictos que
intrínsecamente presentan estas posiciones.
En concordancia con
los movimientos culturales globales, durante el siglo pasado (XX) la
lógica organizativa patriarcal en la familia mexicana se ha visto
cuestionada, lo que abre la puerta para nuevas organizaciones
familiares y el establecimiento de patrones de relación distintos.
Esto fue posible observarlo a partir de la revisión de distintas
estadísticas nacionales en las que se corroboró lo mencionado por
Castells y apoyado por las ideas de Bauman, en lo referente al final
de la organización patriarcal, como una tendencia global originada
desde mediados del siglo XX. Como vimos anteriormente en este
documento, ha habido una sensible disminución en el número de
matrimonios, se han incrementado los divorcios, las personas han
aumentado la edad para el primer matrimonio, dilatado el primer
embarazo y se ha observado un importante incremento en el nivel de
escolaridad de la mujer así como en su ingreso al campo laboral, en
actividades que anteriormente eran exclusivas para los hombres.
Además, se observa el surgimiento de nuevos arreglos de convivencia
que las personas nombran como “familia”, al grado que han
empujado a la generación de leyes que validen legalmente el
matrimonio de personas del mismo sexo, así como la adopción de
niños por estas parejas.
Para nosotros, como
científicos de la Psicología y la Ciencia Social en general y en lo
particular de la Socionomía, lo anterior independientemente de ser
un tema religioso o moral, es un hecho; que se está presentando.
Ello ha obligado a que las personas desempeñen roles funcionales más
allá de aquellos prescritos por su posición dentro de la estructura
de parentesco; situación que ha impactado en la organización de los
grupos familiares tanto en el sistema externo como el interno.
A partir del presente
trabajo de investigación, mostramos que la perspectiva socionómica
desarrollada por Moreno, es una opción con la suficiente potencia,
alcance conceptual y técnico para explicar y abordar las nuevas
dinámicas y estructuras familiares que se están dando,
conjuntamente con la presentación de una forma de intervención que
permite la ampliación de posibilidades para la terapéutica de
situaciones familiares a partir de la exploración de la realidad
existencial de éstas; favoreciendo así la conformación de
estructuras fundamentadas en la telé o en un fortalecimiento de
ella, a partir del desarrollo de la capacidad de
espontaneidad/creatividad de los miembros que las conforman.
Para poder lograr lo
anterior, uno de los principales retos que enfrentamos, fue el de
definir el objeto de estudio en congruencia con nuestro
posicionamiento epistemológico, lo que nos llevó a proponer un
concepto de familia; en donde la definimos como un grupo social, a
diferencia de quienes la miran como una institución o estructura; ya
que esto nos brinda la perspectiva y flexibilidad para entender de
manera amplia la gran mayoría de las formas en como las personas se
unen para compartir y desarrollar su vida.
Lo anterior nos
parece una de las mayores aportaciones teóricas de este trabajo, ya
que a partir de ahí, es que obtuvimos los elementos conceptuales
para mirar estas otras realidades entendiéndolas desde su contexto
de origen, así como las formas que han tenido para organizar la
forma en cómo viven, así como la relación intrínseca de la
familia con el medio.
En segundo lugar,
consideramos que el presente aporta a nivel de la técnica,
fundamentalmente en dos sentidos; el primero es la propuesta de
elementos para investigar, diagnosticar e intervenir en grupos
familiares, ya sea a nivel educativo o clínico; básico o aplicado;
mientras que la segunda lo hace hacia el campo del pensamiento
socionómico, ya que en este sentido, al acercarnos a un tipo
particular de grupo, con una alta complejidad en su conformación y
dinámica, nos fue posible someter a prueba sus conceptos
fundamentales, por lo que nos parece que el regreso a la socionomía
general se ve enriquecido a partir de este ejercicio.
Como mencionamos en
capítulos anteriores, la socionomía está conformada por tres
grandes ramas que se articulan de manera íntima y profunda
compartiendo elementos teóricos y técnicos entre sí, aunque sus
objetos específicos se encuentran claramente definidos. De ahí que
su desarrollo siempre sea integral y conjunto, por lo que el avance
en una de sus ramas, redunda en el de las otras dos. Lo anterior es
otro de los aprendizajes del presente trabajo, ya que nos parece que
uno de los errores más grandes de aquellos que han pretendido seguir
el pensamiento de Moreno, es el de haberlo hecho de manera
fragmentada, ya que de origen y en sus fundamentos ontológicos, éste
era complejo y unificado.
Ésta nos parece una
de las razones por las que a partir de la muerte del maestro, se ha
presentado un importante vacío en la producción de conocimientos
socionómicos, ya que los clínicos se enfocaron en el psicodrama y
la terapia de grupo; los sociólogos en la sociometría; dejando
ambos de lado el sentido comprensivo que proporciona la sociodinamia
y mucho más grave aún, dado el desconocimiento que se tiene de la
capacidad y potencia de todo el sistema en su conjunto, algunos han
tenido que recurrir a otros sistemas de pensamiento que no
necesariamente convergen con los principios epistemológicos de la
socionomía.
La primera rama o
componente de la socionomía lo constituye la sociometría, donde a
partir de la presentación de dos casos, entendimos la potencia de
este método para mirar de manera descriptiva y clara la estructura
funcional grupos familiares con sus características y contextos
diferentes, pero que comparten la cualidad de ser lo que podríamos
llamar “arreglos familiares modernos”.
En el primer estudio
de sociometría familiar, abordamos un grupo familiar reconstituido
en el que, a partir de la aplicación del test sociométrico, fue
posible mirar claramente los conflictos estructurales que se
presentan cuando un grupo con estas características no realiza el
proceso de reconstitución de forma adecuada; ya que en primera
instancia y a partir del análisis de la matriz sociométrica, los
sociogramas y la entrevista; nos fue posible detectar que éste más
allá de ser un grupo familiar reconstituido, eran dos grupos
fundamentalmente de cohabitación unidos por la madre-pareja. Dicha
situación generaba altos niveles de confusión en función de los
roles estructurales y funcionales que cada miembro representaba, así
como una muy clara competencia por la atención y cariño de la
madre-pareja.
De la experiencia
anterior aprendimos que para que el proceso de reconstrucción
familiar sea “adecuado” o “sano”, es necesario que en primera
instancia, el grupo familiar tenga claras las expectativas y
necesidades de cada uno de los miembros, que si los miembros de la
pareja tienen cuestiones pendientes con cónyuges anteriores y éstas
no han podido ser resueltas, al menos sean muy claras para el otro.
En el segundo
estudio, presentamos el análisis sociométrico de una familia
extendida en la que nos fue posible explorar sus elementos
estructurales a partir cuestionarlos sobre la posibilidad de prestar
ayuda ante la muerte de uno de sus miembros. Lo que permitió
aprender que, dadas las condiciones generales del contexto social,
cultural, laboral, económico, entre otros; en México, los grupos
familiares tienden a organizarse de manera funcional de una forma que
rebasa por mucho aquello que demanda la estructura de parentesco
determinada, ya que al incrementarse la apertura para el
reconocimiento social de madres o padres solteros, la reconstitución
de familias, grupos extensos de cohabitación, entre otros; y que
éstos puedan desarrollarse tanto personal como laboralmente, se ha
generado la necesidad de que las personas además de desempeñar el
rol de padre, madre, abuelo, tía, etc. desempeñen papeles que
cumplan con funciones de maternaje, proveer, educar, nutrir, entre
otros. Dadas las necesidades antes mencionadas, en muchas ocasiones
es el padre quien está en casa realizando tareas domésticas
mientras la madre es proveedora; o la abuela cumple un papel materno
mientras la madre trabaja, o un tío o primo desempeña una función
paterna al haber en la familia una o más madres solteras.
Dadas las
características socioculturales en nuestro país, los grupos
familiares se organizan de manera similar en cuanto al parentesco,
esto es padres, abuelos, hijos, tíos, primos, etc. y como lo
menciona Lévy-Strauss, éstas son nomenclaturas que indican quienes
están permitidos y quienes prohibidos para él matrimonio; pero no
así en su dinámica, ya que ésta depende directamente de las
demandas y características del contexto particular donde se
encuentran inmersas. Situación que nos introduce a la segunda rama
del pensamiento socionómico, que es la sociodinamia.
Lo primero a lo que
enfrentamos con la sociodinamia, fue que Moreno no le dio un
desarrollo tan amplio como a la sociometría, y en su lugar, dejó
descritos una serie de principios que en sí mismos no proporcionaban
los elementos suficientes para penetrar de manera comprensiva en los
grupos en general y en los familiares en particular; de ahí que
echamos mano del trabajo de Homans, para contar con elementos
técnicos que nos permitieran tal tarea.
Como resulta siempre
que se cambia el enfoque para la observación de un objeto, el
trabajo de Homans resultó como una bocanada de aire fresco; ya que a
diferencia del método sociométrico que se encuentra perfectamente
descrito dentro del pensamiento de Moreno y ha tenido una favorable
evolución a partir del trabajo de destacados sociómetras; la
sociodinamia no ha alcanzado el mismo nivel de desarrollo; de ahí
que el trabajo de aquél nos proporcionó tanto elementos
conceptuales como metodológicos, para acercarnos a los grupos en
general y en particular, a los familiares desde una perspectiva
comprensiva como es la naturaleza sociodinámica.
Dado que a diferencia
del método sociométrico y el psicodramático, que nos eran
familiares, el sociodinámico resultaba completamente nuevo; además
de que los referentes con los que contabamos fueron realizados en
contextos cerrados, donde las variables que impactaban ya fuera a los
grupos de trabajo, cohabitación o familiares, estaban en general si
no controladas, por lo menos previstas. De ahí que éste haya sido
uno de los apartados que más nos demandó en la realización del
presente.
Como con el
desarrollo de la sociometría familiar, para el de la sociodinamia
nos basamos en la presentación de dos casos, el primero fue retomado
de un estudio antropológico realizado en una comunidad mexicana que
se encuentra en transición entre la economía rural, artesanal e
industrial; lo que además de proporcionar una plataforma estable y
segura para apoyarnos en el desarrollo de una mirada sociodinámica
para las familias, nos permitió comprobar, en primera instancia lo
dicho por Esteinou, sobre las formas de organización familiar en
México, además de algunas hipótesis y principios planteados por
Homans y Moreno, en lo referente al desarrollo sociogenético de los
grupos, así como a partir de la urbanización y/o industrialización
de los estilos de vida. Tanto las formas como las relaciones entre
las personas y la organización de las familias, con base en un
sentido profundo del estar fundamentan su desarrollo. Las actividades
se centran en desarrollarse e invertir grandes cantidades de recursos
para estar juntos.
El segundo caso fue
una ampliación del análisis de uno de los casos presentados en la
sociometría familiar. Éste además de permitirnos comprender con
mucha mayor claridad los elementos que se han conjugado para que el
grupo familiar se haya organizado de esa manera, facilitó conocer
las razones que lo pueden llevar a tomar una decisión tan
trascendental como con quién debería vivir uno de sus miembros en
caso de que su madre soltera muriera.
La sociodinamia nos
permitió sistematizar la observación de la cotidianeidad vital de
los grupos familiares estudiados, partiendo como mencionó Homans, de
aquellos acontecimientos que ocurren en el día a día, cómo es que
estos se transforman en costumbres para a partir de ahí, entender la
relación que existe entre los grupos familiares y su ambiente. Este
último punto sería uno de los factores fundamentales para realizar
una mucho más profunda investigación en este tipo de grupos; que
nos lleve a comprender formas particulares de vida familiar, para a
partir de ahí y de la acumulación de evidencias teóricas y
empíricas, ampliar de manera significativa la comprensión del
fenómeno familia mirado desde esta perspectiva.
Tanto la sociometría
como la sociodinamia, son métodos que pretenden la generación de
conocimientos tanto a nivel explicativo como comprensivo, pero el
sistema de pensamiento socionómico no se queda ahí, ya que dados
los orígenes médicos de Moreno, éste se dio a la tarea de generar
instrumentos para la terapéutica, a partir de los hallazgos
encontrados por la investigación; superando de manera importante y
contundente, una de aquellas limitaciones a las que se han enfrentado
aquellos creadores que de manera visionaria proponen enfoques
distintos para conocer la realidad, pero que no logran generar las
formas para transformarla de manera congruente y contundente.
La sociatría al ser
la rama clínica del pensamiento socionómico, permite la aplicación
de todos los conocimientos desarrollados por las dos anteriores,
dándole un enfoque ya sea preventivo o asistencial.
Para el desarrollo de
la sociatría familiar, en primera instancia y como a lo largo de
todo este trabajo, retomamos los conceptos fundamentales propuestos
por Moreno, y los enfocamos a la particularidad del trabajo con
grupos familiares.
A diferencia de las
otras dos ramas socionómicas, por cuestiones de extensión del texto
y las necesidades de profundidad, solo presentamos un caso con el que
tuvimos la oportunidad de trabajar hace algún tiempo, pero que dadas
sus características y los efectos del tratamiento, nos parece
significativo, para mostrar la manera en cómo se pueden abordar las
problemáticas familiares desde esta perspectiva.
En este capítulo,
hicimos una síntesis de lo desarrollado anteriormente, y así
reforzar los postulados propuestos, ya que a partir de la realización
de un diagnóstico sociométrico y sociodinámico, fue posible
identificar las problemáticas fundamentales a los que el grupo
familiar se enfrentaba en el momento que acudieron a consulta y a
partir de ahí, se desarrolló un proceso terapéutico.
El trabajo
terapéutico con este grupo familiar se organizó para impactar tanto
a todo el conjunto, como a los distintos subgrupos, para conocer su
perspectiva de la situación y sus demandas particulares.
El uso de las
técnicas de acción propuestas por Moreno desde la perspectiva
psicodramática, resultó ser sumamente útil en el caso de la
terapéutica con este grupo familiar, en particular, porque permitió
que a partir de la representación, cada uno de los miembros
comprendiera la situación y sentir del otro, primordialmente
aquellos sentimientos o emociones dolorosas o desagradables que
podrían ser difíciles de abordar con base en dispositivos verbales;
además de que al trabajarse sobre situaciones concretas, fue posible
crear un espacio de contención psicoafectivo que permitiera un
proceso reflexivo sobre la responsabilidad de cada uno de los
implicados en la situación, y no una simple catarsis generada por la
abreacción.
En perspectiva, la
socionomía nos permitió comprender que a pesar de que la gran
mayoría de las personas proceden de un grupo familiar, y gran parte
de la vida se desempeña dentro de éste, poseemos una profunda
ignorancia de las fuerzas que llevan a conformarla, además de que
carecemos de elementos básicos para entender su organización y
dinámica, por lo que pensamos que si contáramos con ellos, las
personas tendríamos la posibilidad de relacionarnos de manera
distinta, lo que redundaría en familias enriquecidas, organizadas y
estructuradas; abriendo la posibilidad de fortalecer a la institución
base de la sociedad.
Este trabajo es solo
el primer paso de un camino que abre infinitas posibilidades para su
desarrollo, ya que no solo abre líneas de investigación en lo
referente a los grupos familiares, sino que a partir de las
evidencias recabadas de éstos, posibilita la reflexión
teórico-epistemológica sobre las bases de la socionomía, para con
esto sacarla de su estado de conserva cultural, dándole una
condición vital, creativa y espontánea.